Un ave singular es el abejaruco. Por eso, te mostraremos todo lo que necesitas saber de esta ave, desde sus hábitos alimenticios, así como las diferentes especies que existen, y también su ubicación geográfica, así como algunas curiosidades sobre el abejaruco.
Características y descripción del abejaruco
Su nombre científico es merops. Pertenece a la orden de los coraciformes, familia meropidae, género merops. Así es como se clasifica esta ave. En otras palabras, el abejaruco comprende a una familia de varias especies de merópidos, como también son llamados en el nombre científico.
Ahora bien, su nombre, abejaruco, se debe a que su principal alimento, aunque no es el único, son las abejas. De esto hablaremos más adelante.
El abejaruco común o abejaruco europeo es una especie de ave particular, ya que su plumaje es polícromo. Esto quiere decir que su plumaje está diseñado de tal manera que pueden resaltar múltiples colores al mismo tiempo.
En cuanto a sus medidas, no es muy grande, pues mide entre unos veinticinco a veintinueve centímetros de largo. La envergadura, con sus alas desplegadas oscila entre los treinta y seis a cuartenta centímetros. En cuanto a su peso, este también va de los cincuenta a setenta gramos. Además, cuenta con una cola larga, especialmente en el centro de esta, donde las plumas son un poco más largas, formando una especie de continuación con forma de aguja que termina en la cola.
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Como se puede ver, no es un ave de gran tamaño; además, es fácil de identificar debido a la multiplicidad de colores que presenta. Por lo general, el abejaruco posee el pecho de color azul; mientras que su vientre es de diversas tonalidades de color verde. En cuanto a su cabeza, esta es por lo general de color canela y su cuello suele ser de color amarillo.
Su ojo tiene una especie de lista o listón que lo adorna o decora. En cuanto a su pico, este es largo y fino. También presenta una ligera curvatura. Es interesante notar que, a pesar de ser polícromatico, es decir, que su plumaje posea muchos colores. Es notable que haya especímenes que no tengan el color rojo en su plumaje, mientras que otros sí. Claro, esto variará según la especie.
Sin embargo, a pesar de no formar parte del plumaje, el color rojo se encuentra en el iris en los ojos de los adultos. Este es un dato interesante que se ha podido identificar cuando se estudia la taxonomía o fisonomía del abejaruco.
Diferencia entre macho y hembra
La diferencia entre ambos sexos en realidad no es mucha. En muchas especies de aves, la diferencia entre ambos sexos se da por la diferencia de tamaño que hay entre el macho y la hembra.
En el caso del abejaruco, estas diferencias se dan, más bien por el plumaje y los colores de estos, pues varían un poco en el macho y la hembra. Los machos, en este caso, tienen un color castaño más oscuro. Además, en sus partes dorsales, el color es más brillante.
En el caso de la hembra, estas cuentan con tonalidades un poco más verdosas, sobre todo en el área de las alas y obispillo. La frente de esta no es muy blanca; es más bien de colores con tonalidades verdes o amarillo. En sus plumas secundarias de las alas también se pueden encontrar estas tonalidades verdosas; por lo cual le resta espacio, por decirlo así, a las tonalidades del color castaño.
Cambio de plumaje
Entre los meses de agosto y septiembre, tanto el macho como la hembra cambian de plumaje. Esto sucede cuando emigran hacia África, buscando tierras un poco más templadas.
En este caso, la cabeza, así como el obispillo y la espalda cambian y se tornan a un verde más intenso. Cabe destacar que este plumaje, también llamado plumaje de invierno, solo dura lo que dura la estación, es decir, tres meses.
Plumaje de los jóvenes
En el caso del plumaje de los más jóvenes, este es muy parecido al plumaje de invierno de los adultos, por eso, durante esta época del año en específico, suelen haber confusiones al respecto.
En el caso del plumaje del abejaruco joven, los colores son más apagados, así como sus tonalidades más verdosas. El iris de sus ojos son marrones, la línea negra que tiene por el área de la garganta no está muy bien definida; incluso existen casos donde ni siquiera existe.
Hábitat
En el caso del abejaruco, esta es un ave migratoria que se encuentra en varios continentes: Europa, Asia y África. Estas aves suelen emigrar en invierno a la zona africana del Subsahara sobre todo en la época de invierno.
En el caso de la península Ibérica, el abejaruco hace su presencia en la estación de primavera, permaneciendo hasta mediados del otoño. Es un ave que se mantiene en las partes bajas de las montañas. Esto debido a que no se le ha podido ubicar en altitudes mayores a mil quinientos metros sobre el nivel del mar.
Además, el abejaruco suele vivir en zonas abiertas, y en lugares tales como cultivos y pastizales; además prefieren los sitios con una vegetación dispersa e incluso variada, y donde pueda ser posible el anidar.
Costumbres migratorias
Como ya se ha mencionado, esta es un ave migratoria; por ello, podría decirse que se encuentra en diferentes partes del mundo. Sin embargo, es interesante entrar un poco más en detalle de sus costumbres migratorias, así se podría profundizar un poco más al respecto.
En el caso del abejaruco europeo, esta es una especie que habita, sobre todo, en el mediterráneo. En este caso, la especie europea se reproduce desde Portugal, Francia, los países de los Balcanes, así como Italia y varias islas como Córcega, Cerdeña, y Sicilia, entre otras.
También se encuentran en regiones de Austria, Eslovaquia, Hungría e incluso Polonia. Incluso se pueden encontrar abejarucos por la zona de Rusia central. También se reproducen en el Norte de África, lugar donde suelen emigrar.
La primera etapa de migración se da entre los meses de Marzo a Mayo, donde llegan hasta la península Ibérica. Allí busca zonas ideales para alimentarse y también para formar sus nidos. Durante esta época, muchos habitantes de distintas zonas de España y Portugal pueden disfrutar del maravilloso colorido de estas aves.
El segundo período de migración se da en Julio, aproximadamente, donde cruzan hacia África, y permanecen allí hasta finalizar la temporada de invierno. Allí también buscan lugares propicios para nidificar y reproducirse.
Sin embargo, antes de esta migración, conocida como migración otoñal, los abejarucos, tanto jóvenes como adultos, se mantienen por lo menos un mes vagando por las zonas bajas de la península Ibérica donde han hecho sus nidos; esto lo hacen, esencialmente, para buscar alimento, llegando a recorrer distancias diarias de unos veinte a treinta metros.
Esta migración se da incluso hasta septiembre, que es donde se ha visualizado la mayor cantidad de aves cruzando hacia África.
Distribución
Como ya se ha repetido varias veces, el abejaruco es un ave migratoria. Así que, como se indicó al principio de este artículo, se encuentra en diferentes lugares de Europa, así como Asia y África.
Hay que tener en cuenta que existen diferentes especies de abejarucos. En el caso del abejaruco persa, este se encuentra entre Marruecos hasta el Oriente Medio.
Ell abejaruco australiano, por otra parte, es la única especie de la familia de esta ave que existe en el continente Australiano. En el caso del abejaruco australiano, en la época de invierno, migran hacia el norte de Australia, así como hacia algunas islas de Indonesia y hacia Nueva Guinea.
Veamos otras especies de abejarucos de acuerdo a la región que habitan:
- Abejaruco chico: Esta especie se encuentra en el África Subsahariana. Sus hábitos son peculiares, pues aunque es un ave sociable, prefiere anida solo.
- Abejaruco Somalí: Esta especie también se encuentra en el continente africano; sobre todo en los países de Kenia, Etiopía, Somalía (de allí proviene su nombre), y Tanzania. También se le puede encontrar en Arabia Saudita. Esta ave en particular prefiere los ambientes áridos y desérticos.
- Abejaruco de Malimba: También habita en el continente africano. Especialmente en las selva del África central y occidental.
- Abejaruco Montano: Al igual que los otros abejarucos, también se encuentra en África. Pero a diferencia de los ya mencionados, este se encuentra, sobre todo, en la región de los grandes lagos. Por eso, se le puede encontrar con mayor facilidad entre los países de Kenia, Tanzania, Ruanda, Etiopía y Uganda; así como en el Congo y Burundi.
- Abejaruco Esmeralda: También conocido como abejaruco oriental, este se encuentra entre África y Asia. Entre los países en los que se encuentra están: Senegal, Zambia, y Etiopía. También a lo largo del valle del río Nilo. Pero también se encuentra en Arabia, e incluso en la India y Vietnam.
- Abejaruco de Célebes: Esta especie es endémica de Indonesia, de donde es originaria.
Como se puede ver, el abejaruco, en sus distintas especies, se encuentra en varias partes del mundo. También es interesante saber que existen unas veintisiete especies de abejarucos que se distribuyen entre África, Europa y Asia. Dentro de estas veintisiete especies, hay aquellas que cuentan con varias subespecies, es decir, variedades de la misma especie.
Por otro lado, hay que observar que, a pesar de ser un ave principalmente de clima tropical, es curioso que no exista ninguna especie en el continente americano.
Alimentación
La alimentación del abejaruco es variada. Esta ave es insectívora, es decir, su dieta es a base de insectos. Además, como su nombre lo indica, su alimento preferido son las abejas. Aunque también es capaz de comer cualquier otro tipo de insectos.
Como ya se mencionó, las abejas son su especie favorita de insectos, de allí deriva su nombre: Abejaruco. En especial, se alimenta de abejas melíferas, es decir, aquellas abejas que recolectan la miel.
Sin embargo, también es capaz de alimentarse de hormigas, así como avispas, abejorros; e incluso, también se alimenta de mariposas y libélulas. En este sentido, básicamente se alimenta de insectos que sean capaces de volar, tal como la hormiga voladora, por ejemplo.
Un dato interesante es que la distribución geográfica en todo el mundo del abejaruco es proporcional o casi igual a la distribución de las diferentes especies de abejas más comunes o importantes que hay en el mundo. De hecho, estudios recientes corroboran la idea de que el abejaruco prefiere alimentarse de aquellos insectos que sean capaces de volar, teniendo preferencia, como ya se ha mencionado, por las abejas.
Caza
Para alimentarse, el abejaruco espera en una rama o lugar alto. Su capacidad visual es de hasta unos veinte metros. De esta forma, puede estar al tanto de su presa. Ahora bien, para cazarla, necesita de una gran precisión.
Esto se debe a que el abejaruco prefiere cazar a los insectos en pleno vuelo. De hecho, está confirmado que si un insecto volador está en reposo, el abejaruco lo ignorará por completo. Esto indica que actúa al igual que todo depredador, quien prefiere cazar a su presa y acecharla, por decirlo de alguna manera.
Así que, cuando el abejaruco detecta su presa en pleno vuelo, Se lanza haciendo diferentes maniobras para poder cazarla. En este sentido, es un ave veloz, pues necesita de precisión y el elemento sorpresa para que los insectos no se escapen.
Una vez haya conseguido su presa, antes de comérsela, el abejaruco le quita el aguijón, en caso de que lo tenga. Esto lo hace de la siguiente manera: golpea varias veces al insecto contra una superficie dura.
A medida que va haciendo este proceso, la presión de los golpes ayuda a extraer y eliminar una gran parte del veneno que podría ser mortal.
Cabe resaltar que, aunque cuenta con unas veintisiete especies, todas estas presentan los mismos gustos alimenticios; y la mayoría de ellos cazan de la misma manera, aunque con algunas variables; todo depende del territorio que habite, o en el lugar que se encuentre.
Comportamiento
El abejaruco es un ave gregaria. Esto quiere decir que suele vivir en comunidad. De hecho, cuando migra, lo hace en grupos bastantes grandes.
Es por esta razón que se han encontrado colonias grandes de abejarucos en distintos sitios donde suelen habitar. Un dato interesante es que, en el caso del abejaruco europeo, así como de otras especies es que, cuando migran, también son capaces de unirse a otras aves de otras especies. En este sentido, prefieren volar en conjunto. En el estrecho de Gribaltar, así como en diversos lugares de España, es un espectáculo ver a estas aves.
Como ave migratoria, si bien tiene sus rutas específicas, y su itinerario, por decirlo de alguna manera, se tiene conocimiento de que los abejarucos no suelen habitar los mismos lugares cuando regresan.
Además, el abejaruco emite un sonido particular.
Canto
El canto del abejaruco no es muy variado, y puede ser considerado, incluso hasta monótono. Esto quiere decir que su repertorio de sonidos no es tan variado como en el caso de otras aves. De hecho, se considera un pájaro que hace mucho ruido; por esta razón, hay quienes clasifican al abejaruco entre las aves más ruidosas.
Sus emisiones sonoras son continuas, y hasta repetitivas. Los sonidos que emite, si bien son alegres y constantes, también son algo guturales; además, se pueden escuchar incluso a grandes distancias.
El sonido más común es muy parecido a este: cruik, cruik, cruik. Claro, esto en un sentido onomatópeyico, imitando el sonido de esta ave. Sin embargo, las diferentes variaciones de sonidos que produce van a depender un poco de la exictación o incluso de los estados de ánimo.
Así, puede imitar un canto acelerado con la variante antes descrita; pero también pueden resultar en un sonido bastante agradable, e incluso un poco tenue. Como se ha dicho, el abejaruco emite esta clase de sonidos de forma constante; así que en las zonas urbanas, para los habitantes, este sonido puede resultar un poco molesto.
Reproducción
Algo importante en el mundo animal, sobre todo para preservar las diferentes especies, en este caso del abejaruco, es la reproducción.
De esta forma, como ave migratoria, el abejaruco tiene sus diferentes ciclos de reproducción dependiendo de la especie, y también de la zona geográfica que habite.
En el caso del abejaruco europeo, por ejemplo, la época de reproducción se da entre los meses de abril y mayo. Esto corresponde con su primera etapa migratoria, antes de cruzar hacia el continente africano, específicamente, hacia la región del subsahara.
Nidificación
Aunque suele pasar la mayor parte de su tiempo en zonas altas, como en ramas de los árboles, o en el caso de los centros urbanos, en los cables de los tendidos eléctricos, o zonas altas de los edificios, como cornisas, los nidos los hacen en los bordes de ríos; o también en cauces secos. También aprovechan las zonas en construcción en las áreas urbanas para formar sus nidos a partir de los montículos de escombros que se forman.
Como ya se ha mencionado en varias oportunidades, estas aves son muy sociables, por lo que suelen vivir en grupos o en colonias. En este sentido, al momento de hacer los nidos, los abejarucos prefieren hacerlos cerca de sus congéneres. Es decir, que los nidos estén próximos unos a otros.
Claro, este comportamiento depende de la especie. Por ejemplo, hay especies en la región de África que, aunque viven en comunidad, a la hora de su reproducción, prefiere hacer su nido un poco alejado del resto. Este comportamiento también se puede ver en el abejaruco europeo, aunque no es muy frecuente.
Construcción del nido
El hecho de que aniden cerca de los ríos les proporciona una fuente importante de alimentos, ya que podrán encontrar una mayor variedad de insectos. Por otra parte, el nido lo construyen la pareja en su conjunto; esto quiere decir que cada uno pone de su parte para construirlo.
Lo realizan de la siguiente manera: comienzan cavando un túnel de manera horizontal. Esto lo hacen usando su pico para horadar el suelo; los escombros lo retiran con sus picos. Esto lo hacen lanzando hacia atrás la arena que van extrayendo.
Esto lo hacen hasta encontrar la profundidad adecuada. Como ya se mencionó, el abejaruco puede construir sus nidos junto a otros, o hacerlos en un lugar aislado. Sin embargo, en el caso de la mayoría de las especies, las colonias pueden llegar a ser de hasta unas cincuenta parejas. Esto quiere decir que, alrededor de unas cien aves pueden ocupar un espacio importante en el lugar que decidan anidar.
Algo curioso que tienen los abejarucos es que no regresan a los mismos lugares donde construyeron sus nidos. Si bien regresan a las mismas regiones, buscan nuevos lugares para anidar. Descartando por ello, la zona que habían elegido en su viaje anterior.
En algunos casos, hay abejarucos que construyen dos cámaras en un nido; sin embargo, muy pocas veces llegan a usar las dos; por lo general terminan usando una sola.
Ovulación e incubación
Una vez terminado el nido, viene el apareamiento. Después de este, la hembra suele poner entre cuatro a ocho huevos. Estos no llegan a ser redondos del todo, teniendo una forma más bien ovalada.
El color de los huevos es blanco con tonos rosados. Además suelen ser brillantes y lisos. Durante el período de incubación cabe resaltar que participan tanto el macho como la hembra. De este modo, mientras un miembro de la pareja está incubando, el otro sale en la búsqueda del alimento; y así hasta que el polluelo nazca.
Además, el hecho de que ambos miembros de la pareja se turnen, contribuye a la protección del nido, evitando posibles invasores indeseados, como usurpadores, por ejemplo.
El período de incubación dura un período total de veinte a veinticinco días. Debido a que la puesta de huevos transcurre en varios días, es decir, la hembra no los pone todos al mismo tiempo; en realidad, el período de incubación por cada huevo, oscila en unos veintiún días. Por eso, a los veinticinco días, o más, si la camada es más grande, dura la incubación y nacen los polluelos.
Estos, al nacer, no tienen plumones. Su piel es de color rosado, y el color del interior de la boca suele ser de color carne. En cuanto a su pico, este suele ser gris con unos bordes amarillos que resultan ser muy estrechos.
Polluelos y su alimentación
Los padres alimentan a sus polluelos. Estos lo hacen en una especie de orden jerárquico, que suele ser de mayor a menor. Esto se debe a que no todos los huevos eclosionan el mismo día, por lo que, a medida que van creciendo, aunque la diferencia es de un día, o varios días, de acuerdo al número de huevos, los polluelos se van diferenciando en cuanto a tamaño.
De hecho, los polluelos, al llegar a los quince días, por lo general ya tienen la misma medida que un abejaruco adulto. Los adultos, por lo tanto, alimentan a los polluelos de la siguiente manera: el primer polluelo recibe una ración de unas seis a nueve picadas.
Una vez saciada el hambre, viene el segundo polluelo, y así sucesivamente hasta llegar al último. Esto significa que tal vez los padres deban cazar más comida, o turnarse para alimentarlos.
Por lo general, los polluelos se pelean por recibir su porción; a pesar de esto, respetan el orden de jerarquía que de alguna manera se impone en ellos.
Abandono del nido
Como ya se ha mencionado, el polluelo llega a tener el tamaño de un adulto a los quince días. Sin embargo, es a los veinticinco cuando estos abandonan el nido. Sin embargo, hay aves que pueden tardar hasta unos treinta días, e incluso un poco más. Esto se debe, sobre todo, a las condiciones del tiempo; pues puede que el clima no sea el adecuado para salir, y por eso esperan un poco más, retrasando de esa forma la salida, o abandono del nido.
Como ya se ha señalado, los jóvenes se diferencian de los adultos debido a que los colores de su plumaje son más opacos. En cuanto a su alimentación, después del abandono del nido siguen siendo dependientes de sus padres. Sin embargo, esto no dura mucho tiempo.
Así que, transcurridos unos diez días, los jóvenes aprenden a cazar, sobre todo libélulas; de manera casi inmediata, forman bandos o bandadas grandes y comienzan a vagar por los campos, causando un gran estruendo.
Cabe resaltar que cada pareja de abejaruco pone huevos por lo general, una vez al año. En caso de que decidan formar una segunda camada, esto se deberá a que su primer nido fue destruido, o sus polluelos cazados por depredadores.
Supervivencia del abejaruco
Aunque no es una especie que entre en la clasificación de especie amenazada o en peligro de extinción, la verdad es que la reducción de su hábitat pone en peligro a esta especie.
Además, otro aspecto que afecta al abejaruco es la desaparición de la fuente de su alimento: las abejas. Al ir desapareciendo las diferentes especies de abejas, baja el consumo de estas por parte del abejaruco.
Esto conlleva a que el abejaruco consuma otra clase de insectos, creando un desequilibrio dentro de su ecosistema. Por esta razón, es muy importante la preservación y conservación del medio ambiente para seguir disfrutando de la belleza de esta curiosa ave.
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Actualizado el 16 enero, 2020
