Águila perdicera: características, habitad, cuidados y más

Perteneciente a la familia de Accipitridae en el orden de las Accipitriformes, el Águila Perdicera es un ave de mucho porte y elegancia a la vez, bastante ágil por su tamaño mediano, lo que le permite ser una gran cazadora especialmente de aves más pequeñas, pequeños mamíferos y en menor medida de reptiles. Debe su nombre a la perdiz roja, la cual constituye su principal alimento.

Mientras se desarrollan y pasan de aves jóvenes a adultas tienen un periodo de esparción donde vuelan lejos del nido y del territorio donde nacieron por aproximadamente dos meses. Esto con la finalidad de explorar y lograr tener una independencia mayor a la hora de regresar y asentarse para comenzar a formar una familia.

Su cortejo de apareamiento es bastante especial, destacándose los vuelos suaves con picadas y subidas a la vez que usan ondas en el aire para llamar atención  del sexo opuesto y encontrar una pareja que durara toda la vida.

En los últimos años se ha notado un retroceso considerable en cuanto a parejas reproductoras de águilas perdiceras que dan continuidad a la especie, poniendo a este espécimen en serio peligro de extinción, debido principalmente a la persecución directa y muerte por cazadores que disparan contra los especímenes.

águila perdicera
Águila Perdicera descansando

Características del águila perdicera.

Su nombre científico es Aquila Fasciata. Dependiendo del sexo y la edad, puede medir entre 67 y 74 centímetros. Tienen una longevidad aproximada de 30 años, pudiendo empezar a reproducirse a partir de los dos o tres años de edad.

Aunque parezca pequeña y no sea tan imponente como otras de su misma familia de águilas, posee muchas características que la hacen un ave elegante y con mucho porte.

Por ser más pequeñas que otras águilas, por lo que son más livianas teniendo un cuerpo menos robusto que el águila real o el águila pescadora.

Generalmente es un ave que no emite ningún tipo de canto, aunque en zonas de crías y cerca de los nidos se han registrado algunos ladridos y gritos estridentes que ayudan a proteger a los pequeños polluelos.

Aspecto físico del Águila Perdicera.

Tienen ojos de color amarillo vivo que suelen ser muy grande, en comparación con su cabeza y su pico, lo que hace que tenga una mejor visión para cazar su alimento. Tiene una visión extraordinaria, pudiendo distinguir a una presa a una distancia de entre 500 a 800 metros, así esta se encuentre bien mimetizada con el paisaje completamente.

Su pico tiene una forma curva en el extremo ayudándola a desgarrar la carne con más facilidad, tanto para desgarrar como para despellejar la presa y comerla.

águila perdicera
Águila Perdicera volando

Además de esto cuenta con unas garras súper afiladas que cierra alrededor del cuerpo de su víctima para transportarla lo más cerca posible de su nido.

Las águilas perdiceras según la edad que tengan puede mudar sus plumas durante todo el año, pues la primera muda suele ser irregular. Sin embargo en aves adultas suele comenzar en los meses de febrero y marzo, extendiéndose hasta el mes de septiembre comúnmente.

Por su color oscuro en la parte superior y claro en la parte inferior, al volar muchas personas suelen confundir a esta ave con un enorme gavilán.

La puesta de huevos suele suceder entre una y dos al año, colocando 2 huevos en cada oportunidad, y más escasamente tienen 1 o 3 huevos.

Tamaño, peso y color de las hembras.

Las hembras son más grandes que los machos pero sin llegar a sobrepasar los 1,80 metros midiendo de extremo a extremo las alas, estando extendidas.

Los especímenes hembras más grandes llegan a medir hasta 80 centímetros de longitud, midiendo desde la cabeza hasta la cola. Estos datos que se presentan, afirman que las hembras tienen una masa corporal un 25,9% mayor que los machos.

Presentan un plumaje pardo oscurecido con el dorso marrón oscuro y manchas blanquecinas en el centro de la espalda. El abdomen suele ser blanco con mancha negras longitudinales.

En la cola tienen una banda negra bien definida en la punta de las plumas mientras que la parte inferior de las alas suele ser más oscura.

La parte interior de las alas tiene el mismo color del cuerpo, un poco más claro que la espalda, por lo que al volar se ve un ave de tono más claro que de costumbre.

Su peso varía entre 1,5 y 2,2 kilogramos y aunque parece poco es un ave de tamaño mediano.

águila perdicera
Águila Perdicera en vuelo

Tamaño, peso y color de los machos.

Los machos suelen ser más pequeños que las hembras, por lo que no sobrepasan los 60 centímetros midiendo desde la cola hasta la cabeza.

Por otro lado tienen una envergadura en las alas aproximadamente de 1,50 metros, estando extendidas.

Los machos tienen un tono más claro en la parte inferior del cuerpo, teniendo un plumaje más blanco con menos manchas pardas.

Igualmente suelen tener una coloración más pálida en los bordes de la cola que las hembras.

Tamaño, peso y color de las aves jóvenes.

Las águilas perdiceras jóvenes presentan un color marrón medio en la espalda, mientras que tienen un color canela en el dorso del cuerpo, con muy pocas manchas en pecho y vientre.

Tienen bandas apenas visibles en las plumas de la cola que se torna un poco más oscura en el tercer año de vida.

águila perdicera
Águila Perdicera sobre rocas

Hábitat del águila perdicera.

Están esparcidas principalmente en zonas europeas y africanas, teniendo un claro intereses por zonas de media y baja montaña, usando en algunos casos zonas boscosas para vivir.

Se encuentran principalmente en el occidente europeo, en países como Portugal y España. Incluso se pueden encontrar varias parejas en regiones asiáticas, pero prefieren principalmente zonas cálidas.

En España, la mayoría de las parejas reproductoras se ubican en Andalucía y Sevilla.

Al momento de empezar el tiempo de apareamiento, se desplazan hacia zonas más calientes al sur de la región española, tanto para colocar sus huevos con mayor éxito, así como por la abundancia de comida.

La temperatura se convierte en un factor limitante, para la distribución del hábitat de esta especie de aves ya que siempre selecciona áreas de temperatura media en los meses de verano, y evita las zonas que tengan una temperatura menor a los 2º C durante los meses fríos.

Pero España no es el único país donde estas maravillosas aves habitan, aunque es más frecuente encontrarlas en este país, especialmente a través de toda la Península con excepción de Galicia, en la Cordillera Cantábrica y las islas. Estas poblaciones suelen ser inestables estando en un constante emigrar.

Pero en Andalucía, Extremadura y la Comunidad Valenciana existen poblaciones estables que no tienen que viajar para resguardarse en los meses fríos.

Águilas Perdiceras fuera de España.

Por otro lado, en otros países de Europa como Grecia, específicamente en Creta, islas del Egeo y el Peloponeso, pueden encontrarse muchas parejas reproductoras de esta especie. Igualmente en Sicilia, Cerdeña y Calabria-Italia. Ocupa una brecha bastante estrecha en Francia y puntos muy concretos en el sur y centro de Portugal.

En otras partes del mundo también se han encontrado varios especímenes de las águilas perdiceras como en India, norte de África, Sur de China especialmente en Etiopia, siempre buscando climas cálidos que ayuden a su desarrollo.

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Distribución del Águila Perdicera

Dieta del águila perdicera.

No tiene hábitos de ave de carroña, es decir, no come animales muertos o en estado de descomposición.

Se caracteriza por ser un ave depredadora teniendo un espectro de alimentación bastante amplio, cazando principalmente perdices rojas, de ahí el origen de su nombre. Además puede capturar palomas o aves de pequeño tamaño que capturan mientras están volando.

Su otro alimento favorito luego de la perdiz son los conejos y mamíferos pequeños, sobre los cuales se  abalanzan desde las montañas mientras están corriendo.

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Águila Perdicera joven con una perdiz en las garras

Como última opción y en menor medida, pueden cazar reptiles como serpientes, solo si el hambre los obliga a ello.

Para iniciar a cazar, vuela media altura y a velocidad pausada sobre campo abierto, hasta que divisa algún conejo, roedor o perdiz que pueda ser la cena del día. A partir de este momento todos sus momentos se precisos y casi matemáticos hasta conseguir apresar a su víctima, haciendo vuelos en picadas y luego un choque que representa atrapar su comida.

Otra técnica de caza que es muy usada por el águila perdicera en acechar desde una comisura o árbol mientras se mantiene agazapada para no ser vista para remontar el vuelo a mucha velocidad al ver a una presa fácil de cazar.

Cuanto comen las águilas perdiceras.

Su ración diaria de alimento oscila entre 200 y 300 gramos de carne al día, por lo que tomando en cuenta el tamaño de una perdiz o liebre, que oscila entre los 500 y 1500 gramos, se puede decir que con una sola caza es suficiente para una pareja de aves.

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Águila Perdicera cazando una paloma

Pero en caso de tener una caza grande como una liebre de gran tamaño, se estima que el águila perdicera consume una cantidad inusual de alimento, lo que permite que pueda ayunar por algunos días próximos, pues no se caracteriza por comer carroña.

Generalmente lanzan sus ataques en horas de la mañana, cuando las presas tiene una mayor actividad, reuniéndose en grupos grandes para comer y beber, lo que hace más fácil su caza.

Reproducción del águila perdicera.

Nidos.

Las águilas perdiceras suelen tener varios nidos, ubicados en diferentes zonas y con diferentes formas, generalmente puestos a 600 metros unos de otros. Todos son usados en algún momento, evitando tener que pelear por cada sitio que sea adecuado.

Usualmente una pareja de águilas reproductoras pueden tener entre 2 y 4 nidos diferentes que pueden reparar si lo amerita, aunque existen algunos casos de parejas hasta con 18 nidos diferentes.

Usan principalmente las montañas rocosas, o las ranuras y cuevas que se hacen de manera natural entre las piedras para colocar sus nidos, buscando proteger a sus crías de los cambios climáticos. Rara vez hacen sus nidos en árboles.

Existen nidos de dos metros de altos, donde se podría acostar incluso un humano, y otros tan pequeños casi planos, donde las águilas apenas y pueden entrar.

Para construir sus nidos, las águilas usan diversos tipos de plantas como el pino resinero y la encina. Las ramas de pino tienen varios componentes aromáticos, la cual es un gran repelente de insecto y así se evita el ectoparásito, que es la reproducción de la mosca Protocalliphora.

La tarea de armar el nido, es realizada en un principio por ambos miembros de la pareja, pero a medida que se acerca el momento de poner los huevos, las hembras se quedan posadas en un árbol cercano, mientras el macho termina la importante labor.

A medida que la pareja envejece, es menos probable que comience la construcción de un nido desde cero, generalmente aprovechan los restos usados de algún nido viejo o de algún nido de otra pareja ya desaparecida, reforzándolo con palos y ramas para una mayor firmeza.

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Águila Perdicera en su nido

Cortejo y apareamiento.

Los vuelos de las águilas tienen una belleza espectacular y pueden llegar a ser bastante acrobáticos.

Se caracteriza por presentar una gran cantidad de trucos y piruetas que hacen relucir la experiencia de las parejas.

Pueden hacer vuelos en picada y luego cambiar de rumbo drásticamente antes de chocar contra la superficie, ondas en el aire, volar de espaldas y hacer giros en espacios y ángulos muy reducidos, así como espirales continuas.

Por ultimo las parejas de águilas perdiceras suelen entrechocar las garras para lograr la fecundización de la hembra.

Construcción del hogar.

Ya para el mes de octubre las águilas comienzan a construir y reparar sus nidos, pues los vuelos nupciales se comienzan a hacer en noviembre, mientras que la postura de los huevos puede hacerse desde el mes de diciembre hasta el mes de abril.

Las águilas perdiceras son las aves que comienzan más temprano su proceso de cortejo y reproducción, en comparación con aves como el águila culebrera.

águila perdicera
Cría de Águila Perdicera con pocos días

Generalmente otras especies de águilas inician en enero su construcción de nidos para el apareamiento, mientras que otras se tardan más, hasta la primera semana de abril no comienzan con la construcción.

Su fecha de inicio de puesta de los huevos, tiene una clara influencia por la temperatura, por lo que las parejas reproductora que se encuentran a menor latitud y altitud suelen adelantar este proceso.

La tarea de la incubación de los huevos es responsabilidad netamente de la hembra. Existen muy raros casos donde el macho ha tenido que asumir este trabajo.

Generalmente la hembra coloca entre uno y dos huevos aunque existe evidencia de hasta tres huevos, pero es bastante inusual. Estos huevos suelen medir 69×55 milímetros aproximadamente, lo que los hace bastante pequeños. Pueden presentar manchas de un tono pardo sobre la concha blanca, aunque también existen huevos completamente blancos.

Águilas Perdiceras bebes.

Para empollar los huevos, la hembra se acomoda suavemente sobre ellos; mientras permanece agazapada y poco perceptible para no ser víctima de depredadores en su estado vulnerable. La mayoría de las veces el macho es el que aporta la comida a la hembra, aunque algunos días falla en su labor teniendo que salir está a realizar alguna caza para satisfacer sus necesidades. Algunas veces incluso, pueden verse al macho y la hembra cazando juntos mientras lo huevos están solos en el nido.

Los huevos de las águilas perdiceras tardan aproximadamente 40 días en eclosionar dejando ver unos pollos con plumaje fino y blanco y una mancha gris alrededor de los ojos. Además de esto su iris es grisáceo y opaco. Pueden llegar a ganar entre 30 y 34 gramos de peso por cada día que pasa.

Desde el primer momento que nacen, el águila hembra comienza con el proceso de alimentación, siguiendo el procedimiento típico en las aves rapaces, arrancando pequeños pedacitos de carne de la víctima atrapada entre sus fuertes garras y da con el pico el alimento a sus polluelos.

Durante este periodo la hembra apenas deja el nido y nunca por intervalos mayores a media hora, mientras el macho aporta un mínimo de tres presas diarias, que servirán para alimentar tanto a la madre como a los nuevos polluelos.

águila perdicera
Águilas Perdiceras bebes pidiendo comida

Primeros vuelos del Águila Perdicera.

Cuando se empieza a acercar el vigésimo día de nacidos cuando sus músculos están más fuertes, las águilas bebes comienzan a practicar los ejercicios de vuelo teniendo primero sesiones cortas pero continuas. Al llegar el día 60 de nacidos, los polluelos tendrán sus primeros vuelos.

La fase siguiente será de gran importancia para el desarrollo óptimo de las crías, ya que comienza el aprendizaje de las técnicas de vuelo y caza por parte de los padres hacia los polluelos.

Los lazos familiares se estrechan al hacer vuelos familiares y tener varios juegos de persecución y ataque entre los miembros de la familia que brindan a los pequeños todas las herramientas para su futura independencia, haciendo que la atención de la madre disminuya con el pasar del tiempo.

Crecimiento del Plumaje del Águila Perdicera.

Por otro lado, a partir de los 20 días de nacidos los polluelos comienzan a presentar crecimiento de las plumas en la parte baja de las alas, y en la zona superior de las alas empiezan a tener plumas a los 25 días de nacidos. Las plumas de la cola, empiezan a crecer a partir de los 30 días de nacidos.

Las alas se cubren completamente de plumas de tono oscuro para el día 37 de nacido, mudando el plumón blanco que los cubría inicialmente.

Para el día 50, este plumón blanco solo lo tienen en la frente y la parte superior de la cabeza. Va cayéndose poco a poco y ya para el día 55 está presente solo en la frente.

Las águilas bebes tendrán una constante evolución en sus plumas, tardando hasta los tres y medio o cuatros años de edad para obtener totalmente el color del plumaje adulto, aunque su periodo reproductivo puede comenzar a los dos o tres años de edad.

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Polluelos de Águila Perdicera más grandes

Abandono del nido del jóvenes Águilas Perdiceras.

Como ocurre con todas las especies de rapaces, el águila perdicera inicia un periodo de dispersión juvenil, en el que deja no solo el nido de la madre, sino el territorio donde ha nacido.

Suelen instalarse en territorios temporales con abundante comida y con ausencia de parejas territoriales que puedan expulsarlas. Ocurre un comportamiento bastante extraño a pesar de tener una dispersión aleatoria, tienden a preferir las zonas con menor altitud. Esto a diferencia de los adultos que prefieren zonas medias.

Estudios demuestran que las águilas suelen dejar el nido a los 63 días de haber nacido para tener un periodo de independencia de sus padres que dura entre 57 y 95 días. Pero suelen quedarse en el mismo territorio.

Entre los días 77 y 113 días luego de haber volado por primera vez fuera del nido, los jóvenes dejan el territorio donde nacieron para explorar por su parte otras zonas.

Dispersión de las Águilas Perdiceras jóvenes.

Los jóvenes suelen desplazarse especialmente en la tarde, entre 80 y 536 kilómetros, recorriendo aproximadamente 23,7 kilómetros diarios, en cualquier dirección fuera del territorio parental. No existen diferencias de desplazamiento entre jóvenes hembras y machos; teniendo ambos sexos el igual deseo por alejarse de sus padres.

águila perdicera
Imponente Águila Perdicera

Esta dispersión suele tener inicio en el mes de agosto, cuando los pollos se encuentran en su quinto mes de vida aproximadamente.

Los pollos que nacen en mejores territorios, tienden a quedarse por más tiempo en el nido antes de empezar su periodo de esparción.

Luego de este periodo de liberación parental, donde los machos jóvenes se dedican más tiempo que las hembras a explorar las áreas colindantes, las aves vuelven al territorio parental ya listos para comenzar su propia familia, uniéndose a la pareja elegida durante toda la vida, y apareciendo los modelos de conducta de sedentarismo y desarrollo prologando.

Aunque las águilas abarcan grandes terrenos durante su etapa de dispersión; generalmente el transcurrir de su vida se desarrolla en espacios pequeños de no más de un kilómetro de distancia.

Interacción con otras especies voladoras.

Pero no todo es paz para el águila perdicera. Aunque es un tema muy controvertido, se puede presenciar una competencia y coexistencia con otras especies de aves en el hábitat natural.

Se ha demostrado que los nidos, abandonados o no, son generalmente usurpados por el Buitre Negro, Águilas Reales, y el Halcón Peregrino.

Puede existir una cohabitacionalidad entre águilas perdices y reales, aunque se fundamenta principalmente en el uso de nidos y colonización de territorios por parte de las águilas reales, previamente abandonados por las águilas perdices.

Aunque son aves rapaces también son vulnerables a algunos depredadores, aunque son muy pocos. Entre los más peligrosos se ubica el águila real como depredador de aves adultas. El búho real siendo depredador de aves jóvenes y la garduña que ataca los huevos solos en los nidos.

Ataques del Águila Perdicera.

A pesar de ser más pequeñas que los buitres negros, tienden atacarlos cuando sus territorios se encuentran cercanos, lo que demuestra territorialidad y agresividad por parte del águila perdicera.

Pero no atacan al ave que pasa con regularidad por la pared rocosa donde habitan o cerca del nido, suelen abalanzarse sobre las concentraciones de ente 40 y 100 individuos en un radio cercano de entre 100 a 250 centímetros de su nido.

Atacan lanzándose en picada sobre los buitres, a la vez que proyectan sus garras hacia adelante aunado a un grito estridente, buscando atacar el cuello sin plumas vulnerable del ave resultando en heridas mortales cuando las garras tocan la yugular o alguna vena importante del buitre.

Pero los buitres generalmente se dispersan antes de que el águila perdicera haya logrado finalizar su ataque evitando en la mayoría de los casos la muerte de alguno de sus integrantes.

Por otro lado con especies como el Halcón Peregrino o el Cernícalo Vulgar, la situación parece invertirse. Pues el águila perdicera pasa de ser atacante a ser una víctima. Estas especies persiguen al águila a veces alcanzando grandes velocidades, mientras que estas no atacan nunca al Halcón y Cernícalo. Estos ataquen no constituyen un peligro fundamental para las águilas.

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Águila perdicera con restos de comida en su pico

El águila perdicera en peligro de extinción.

En la actualidad esta ave se encuentra bastante amenazada por la desaparición de parejas reproductivas. Sin estas parejas es imposible la continuidad de la especie.

Su principal amenaza radica en la persecución de la especie por parte de cazadores y colombiculturas. Este motivo representa el 63% del retroceso en la supervivencia de las aves.

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Águila Perdicera muerta por debido a electricidad

Por otro lado, su extinción acelerada también se debe a alteraciones en el paisaje, que impiden su libre esparcimiento. Debido a la construcción de presas, carreteras, actividades mineras o mayor concentración de humanos en actividades turísticas y recreacionales, las aves no pueden colocar sus nidos.

Igualmente en los últimos años, se han presentado muchos casos de aves que ingresan a los centros de especies protegidas victimas de electrocuciones por los cables de alta tensión que se encuentran en los parajes que habitan.

Un estudio realizado en 377 especímenes muertos, arrojo que el 55% de las aves morían a causa de estos cables. Siendo en su mayoría ejemplares jóvenes, que no pasaban los 3 años de edad.

Actualizado el 16 enero, 2020

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