El roquero solitario, científicamente conocido como Monticola solitarius, es una especie de aves Passeriformes; de la familia Turdidae. Se trata de un ave cuyo nombre que se le da popularmente “Roquero” proviene de su preferencia por ocupar zonas rocosas. Lo observamos posado y erguido su cuerpo en las áreas de roquedos. El macho se distingue de la hembra por poseer un plumaje de color azul oscuro que resulta inconfundible. Sin embargo la hembra se muestra más tímida y con un plumaje más sencillo y discreto.
Descripción y características del Roquero solitario
El Roquero solitarios macho se puede reconocen fácilmente ya que muestra un plumaje azul oscuro muy original, puede medir hasta 21 a 23 cm de longitud y una medida alar de 33 a 37 cm. Sin embargo la hembra tiene un plumaje en tonos grises, y en las partes inferiores presenta unas suaves motas blancas. suelen habitar en zonas rocosas igual que el Roquero rojo.
Esta especie de ave suele emitir entonaciones sutiles, agudas y penetrantes. Algunos gorjeos y notas se semejan al canto del mirlo común, pero el roquero es más armonioso. A diferencia de la hembra que emite su canto posada, el macho es capaz de cantar tanto posado como volando.
Distribución y Hábitat del Roquero solitario
El Roquero solitario cuenta con varias subespecies, distribuidas por todo el sur de Europa y Turquía. En África se puede encontrar como especie reproductora en Marruecos, el norte de Argelia y Túnez. Igualmente existen poblaciones en Asia, Israel hasta Japón. Cuando llega la temporada de invierno extiende su área de distribución ocupando el centro y este de África, Argelia, Libia y Egipto. En Asia estas poblaciones suelen invernar en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, India, Indochina e Indonesia.
En cuanto a sus desplazamientos se puede asegurar que un gran grupo de estas poblaciones de las zonas costeras son sedentarias. Sin embargo, se puede observar en la temporada de invierno como muchos ejemplares se desplazan hacia el centro y el este de África.
Se estima que en España existe un población de hasta 39.000 a 130.000 parejas reproductoras en toda Europa, de las que más de 10.000 se encuentran habitan en territorio español, lo que presume es una cifra realmente importante. Se trata de un ave de población escasa, pudiéndose registrar un número mayor en los peñascos y matorrales montañosos del centro y sur de la península.
En lo que respecta a su hábitat, esta ave ocupa zonas secas, cálidas y con abundancia de rocas o peñascos, tales como los cañones de los ríos y los declives de la costa. Igualmente puede habitar en construcciones hechas por el hombre y que son poco visitadas.
Alimentación del Roquero solitario
La dieta básica del Roquero solitario se compone de toda clase de invertebrados, los cuales consume en el transcurso del año. En la temporada de verano, suele complementar su dieta con el consumo de pequeños reptiles, sin embargo en la época de otoño e invierno se puede alimentar con frutos pulposos.
Reproducción del Roquero solitario
El Roquero solitario inicia su período de reproducción en el mes de abril. Suele tener una sola puesta, aunque se ha documentado que existen poblaciones en las costas que realizan solo dos puestas. Tienen una forma muy peculiar de construir sus nidos, puede instalarlos en las cavidades y grietas de grandes rocas, desniveles o salientes rocosas.
En ocasiones aprovecha las construcciones elaboradas por el hombre. El nido lo elaborará en lo que se asemeja a una taza colgante, dicho nido será recubierto con musgo, hierba y su interior con raíces suaves y pajas muy finas. La hembra puede poner de cuatro o cinco huevos, y en ocasiones hasta seis, todos de color azulado y con algunas motas de colores pardo o pardo rojizo. La hembra estará encargada de incubar los huevos, dicho proceso durará de 12 a 13 días. Después cumplida la eclosión, los pichones serán alimentados por ambos padres por aproximadamente dos o tres semanas. Posterior a eso ya se sentirán capaces de abandonar el nido.
Amenazas y Conservación del Roquero solitario
Esta especie de ave es considerada “De interés especial” según lo descrito en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Esta ave sorprendentemente se ve beneficiada de los incendios ya que a consecuencia de ellos aumenta la cobertura de suelos secos y rocosos. Al contrario de factores que resultan no tan favorables como la construcción de estanques en zonas angostas, el desarrollo urbano, la escalada y otras actividades que son incontrolables, reducen el hábitat adecuado perturbando a esta especie en cuanto a su reproducción.
Actualizado el 16 enero, 2020