Ruiseñor del Japón: Todo lo que debes saber de esta ave

El ruiseñor del Japón es un ave cuyo nombre científico es Lieothrix lutea. Este es muy distinto al ruiseñor común, así como al ruiseñor bastardo. Aunque pertenecen a la misma orden de los paseriformes, son dos familias distintas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que comparten características similares.

Por esta razón, el ruiseñor del Japón es una de las tantas especies de ruiseñores que existen en el mundo, y como ya se mencionó, puede compartir características similares de los demás ruiseñores. Por otro lado, es interesante conocer su origen, y la calidad de su canto, que es comparable al canto del ruiseñor común. Pero veamos un poco más sobre las características del ruiseñor del Japón.

Descripción del ruiseñor del Japón

El ruiseñor del Japón llega a medir unos quince centímetros, aunque esta medida es un promedio, pues puede ser un poco más o menos. Estas aves son preciosas, ya que sus colores son muy vivos y llamativos. Esto debido a que son brillantes, y llaman la atención.

Nada más hay que ver tanto la cabeza y el cuello, así como los flancos y el dorso, junto con la cola para contemplar el color que se despliegan en sus plumas. Pues en estas plumas impera un color verde con tonalidades grises.

Por otro lado, en la garganta y el pecho se pueden ver los colores amarillo y anaranjado. Esta composición es interesante porque a la altura de la garganta el amarillo resulta ser intenso, pero a medida que va cayendo hacia el pecho, el color va cambiando al color naranja, en una especie de degradado.

También las alas son de estos mismos colores. En cuanto al pico, este tiene una tonalidad naranja combinado con rojo; y sus patas son de color carne. Por esta razón, el ruiseñor del Japón resulta un ave extremadamente llamativa, y por lo tanto, hermosa.

Un aspecto interesante del ruiseñor del Japón, es que en esta especie no existe un dimorfismo sexual muy marcado. Solo se puede reconocer al macho de la hembra porque en el caso de esta, los colores de su plumaje son más opacos.

Distribución y hábitat

El ruiseñor de Japón es una especie autóctona de la parte sur del continente asiático. Se encuentra desde Tailandia, llegando hasta el sur de China. En este sentido, su nombre resulta un poco extraño, pues no es un ave autóctona de Japón. Además, como ya se vio, no pertenece exactamente a la clase de los ruiseñores; sin embargo, por su canto, también lo han llamado así.

Sin embargo, a partir de los años ochenta del siglo veinte, esta ave fue introducida en Japón, donde han crecido de manera importante, y por eso, deriva de ahí su nombre. Pero no solo en Japón se encuentra esta ave. También se le puede encontrar en Europa, especialmente en Francia, Portugal y España.

En estos países se considera un ave invasora, pues no es propia de la región. Debido a esto, se ha prohibido su venta y la cría de estas aves.

Aunque prefiere vivir en humedales y bosques espesos, la verdad es que el ruiseñor de Japón se puede adaptar fácilmente a cualquier medio que habite. Así, en los espacios urbanos puede habitar cualquier lugar que se le presente, demostrando la capacidad de adaptabilidad.

Por otro lado, no es un ave migratoria. Es por eso que no se puede decir que estas aves llegaron a través de rutas migratorias, como sucede con otras especies.  Por lo tanto, su presencia en otras partes del mundo se debe, más que todo, a la venta y distribución desproporcionada de esta ave en otras partes del mundo.

Alimentación

El alimento del ruiseñor del Japón consiste, básicamente en comer insectos. Por eso, esta ave entra en la clasificación de aves insectívoras. Esto quiere decir que es capaz de comer cualquier tipo de insectos, así como de gusanos.

Sin embargo, en ciertas temporadas, como el invierno, debido a la escasez de insectos, también se ve obligado a comer frutas, así como semillas y bayas. Esto indica que es un ave que se puede adaptar muy bien.

Reproducción

El proceso de reproducción comienza justo cuando comienza a construir su nido, después de haber encontrado pareja. El nido consta, básicamente de hojas, así como líquenes y musgo. A diferencia de muchas aves, que hacen su nido en lugares altos, el ruiseñor del Japón lo construye en ramas o arbustos de baja altura. Esto convierte el nido en blanco fácil para los depredadores.

La puesta por lo general consiste en una cantidad que oscila entre los tres a los cinco huevos. Estos son de color azul y tienen puntos rojos. Tanto el macho como la hembra, se turnan para la incubación de los huevos. Este período puede durar unos doce días. Después de haber nacido, y transcurridas las tres semanas, los pollos ya están en la capacidad de abandonar sus nidos.

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Actualizado el 16 enero, 2020