El zorzal charlo pertenece a la familia turdidae, de la orden paseriforme. Pertenece, al igual que el mirlo común, al género turdus, y su especie, por lo tanto, es Turdus viscivorus. Hay que tener en cuenta que el pardillo común también pertenece a la orden paseriforme, al igual que el zorzal charlo.
Por eso, a continuación veamos algunas características interesantes del zorzal charlo, como su alimentación, hábitat y ecosistema, así como el proceso de reproducción y algunas de sus costumbres o hábitos.
Descripción del zorzal charlo
El zorzal charlo es un ave que mide entre veintiséis a veintinueve centímetros. La envergadura de sus alas va entre los cuarenta y dos a los cuarenta y siete centímetros. Como se puede ver, el zorzal charlo es más grande que los otros zorzales. Además, hay que tener en cuenta que es un ave corpulenta.
Sus dorsales son pardos con tonalidades grisáceas; sin embargo, las partes inferiores tienen cierta tonalidad blanquecina y con una franja, o mancha gris que cubre por las partes de su pecho. Además, estas son salpicadas, o al menos, da esa sensación cuando se ven. Estas manchas vas desde su garganta hasta la región del vientre.
Por otro lado, su cara presenta una especie de motas que son de color gris, blanco y negro. La distribución de estos colores es más bien irregular. En el caso de los jóvenes, estos tienen y muestran manchas de color marrón y blanco, así como de color ocre en todas sus plumas. Esto es lo que distingue a los jóvenes de los adultos. Con el tiempo, su plumaje va variando. Además, hay que señalar que el zorzal chorlo cuenta con una cola larga.
Hábitat y distribución
El zorzal charlo es un ave que habita prácticamente en toda Europa, parte de Asia, sobre todo en su región occidental, e incluso en algunos lugares del norte de África. Hay que señalar que existen tres subespecies del zorzal charlo.
En el continente asiático, se puede localizar incluso hasta en las regiones del Himalaya; sin embargo, después de allí, no hay registros que indiquen que el zorzal charlo se expanda más allá de esta región. Por otra parte, en Europa solo en la región de Córcega y Cerdeña el zorzal charlo no hace presencia.
Por otra parte, el zorzal charlo ocupa tanto espacios abiertos como cerrados, en una amplia variedad de escenarios forestales. Entre sus preferidos se encuentran los bosques compuestos ya sea por robles o por coníferas.
Sin embargo, también se les puede encontrar en alcornocales, encinares y quejigares; y también en algunas dehesas. Otros espacios donde se puede encontrar el zorzal charlo son las riberas así como sotobosques e incluso bosques de pino.
Como se puede ver, el zorzal charlo habita una amplia variedad de territorios, o lugares. De hecho, es interesante notar que el zorzal charlo es capaz de habitar regiones que se encuentran al nivel del mar y se extienden a parajes que se encuentran hasta los dos mil metros sobre el nivel del mar. De hecho, el piso térmico donde prefieren reproducirse se encuentra alrededor de los mil metros de altura.
Alimentación
El alimento que prefiere el zorzal charlo son, en su mayoría, invertebrados. Entre estos se encuentran los caracoles, así como lombrices, arañas y una gran variedad de insectos. Sin embargo, también es capaz de alimentarse de frutos, así como de algunas semillas y otros vegetales.
Sin embargo, lo que coma dependerá más que todo de la estación. Así, en primavera y verano su alimento será más que todo, los animales invertebrados e insectos. En las demás estaciones, comerá frutos y semillas que encuentre. Sin embargo, uno de sus alimentos favoritos, cuando se encuentra en zonas coníferas, será el muérdago.
Reproducción
El zorzal charlo comienza a construir su nido en el mes de febrero. Estos los suelen hacer sobre las ramas altas de los árboles, y para su construcción usan varios materiales de origen vegetal, y los recubren con plumas. Incluso, llegan a usar barro para su confección.
Algo que tiene el zorzal charlo es un sentido estético, pues llega a decorar su nido con pétalos o con hojas de varios colores, e incluso pueden llegar a usar material plástico para este fin.
El período de ovulación comienza en el mes de abril. La puesta, por lo general es de tres a cinco huevos. La hembra es la que se encarga de su incubación, y esta dura unos quince días, aproximadamente. Una vez que nacen, la pareja se encarga de alimentar a los pichones por quince días. Cuando el polluelo abandona el nido, aún sigue siendo dependiente de sus progenitores por dos semanas más, hasta que son totalmente independientes.
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Actualizado el 16 enero, 2020