El árbol ombú es una planta arbórea que impresiona por su gran tamaño, grueso y macizo tronco y extenso follaje, pero que no es propiamente un árbol. Abunda en las pampas y es muy apreciado por sus propiedades. Te invitamos a conocer más de esta planta herbácea, sus características, dónde crece, para qué sirve y qué aves suelen posarse en sus ramas.
Características del árbol ombú
El árbol ombú pertenece a la familia de las fitolacáceas, del género de las algarrobas. Es originario del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, en específico de las pampas, razón por la cual también se le conoce también como el “árbol gaucho”.
Se le da, igualmente, el nombre de “bellasombra” por la espesa sombra que proyecta su gran follaje, que se puede extender hasta 15 metros y más.
Localmente en Argentina se le llama «faro» porque representa una de las raras plantas que pueden proporcionar sombra y protección contra el inclemente sol de las áreas de gran extensión.
Es una especie de planta herbácea, la cual, pese a su apariencia física arbórea, no se le considera un árbol. Esto es porque debido a su gran porte natural que se le confunde con un árbol, sin embargo, desde el punto de vista botánico es un arbusto.
¿Hierba o árbol?
Es tema de discusión frecuente entre los expertos en cuanto a si esta especie es realmente una hierba gigante o un árbol.
Al respecto, se ha puntualizado como primer argumento para resolver esta disyuntiva es que, por un lado, a pesar de tener un tronco de gran dimensión, se ha comprobado que su madera no sirve como leña, porque es muy blanda y suave, lo que no es natural en un árbol. Por esta razón, se le considera una hierba.
Además, se le han reconocido sus propiedades como hierba medicinal y se ha señalado que el antepasado del árbol ombú es una planta herbácea.
Por otro lado, se dice que el ombú es árbol por sus grandes dimensiones y porque, como todo árbol, ofrece un espacio bajo sus ramas apropiado para refugiarse del sol, cumpliendo a cabalidad con esta propiedad arbórea, siendo muy conocido su gran ramaje que brinda mucha sombra.
Los botánicos han planteado que se trata en realidad de una maleza arborescente con forma de árbol, que puede alcanzar de 10 a 15 metros de altura y con un diámetro del tronco de unos 4,5 metros.
Lo clasifican también como una hierba gigante, que tiene un tronco grueso y puede alcanzar esa altura considerable mencionada con un dosel en forma de paraguas, formado con su extenso follaje, el cual según ciertas condiciones adversas, puede perderlo en su totalidad.
No obstante, si se observa con cuidado, se verá que el tronco del ombú presenta una consistencia muy ligera y los anillos de crecimiento interiores que normalmente tienen los troncos de madera tradicional en la sección transversal, el ombú no los tiene.
En su lugar tiene capas fibrosas sueltas. Se recomienda leer El Gran Pantanal con información pertinente sobre los árboles.
Se plantearon como rasgos evidentes de que el ombú es una hierba, no un árbol, el que:
- No produce madera, pues la que tiene no es adecuada para para trabajar carpintería, porque es blanda y suave.
- No presenta anillos de crecimiento en su tronco.
- Los tejidos bajo la corteza son suaves.
- Es abundante en agua, lo que le permite sobrevivir en temporadas secas cuando hay escasez de lluvias.
No obstante, se le ha considerado como uno de los árboles más resistentes del mundo. En Reserva de la Biosfera Magaliesberg podemos conocer otras características de los árboles.
El árbol ombú puede vivir siglos, erecto y sólido, ostentando su gigantesca copa verde, pues es resistente a huracanes y tempestades, Además, es la única planta arbórea que vive en las pampas porque no necesita mucha agua para sobrevivir.
De hecho, se le ha adoptado para simbolizar a este de paisaje de llanuras, donde se les ve en abundancia.
Su nombre se origina del vocablo guaraní umbú, que significa sombra o bulto oscuro, ya que su enorme follaje proporciona una generosa sombra a los que se cobijan bajo sus ramas.
El árbol ombú tolera muy bien las épocas de sequía, al igual que las temperaturas bajo cero. Está cubierto con una corteza marrón claro o gris, que produce varios troncos, otro rasgo que lleva a pensar que es un gran arbusto.
Su base es agrandada y hecha de un tejido que permite acumular agua, de la cual se surte a todas las partes del árbol, ya que, como sabemos, los troncos y las ramas contienen el 80% del agua. Esta característica hace al árbol ombú resistente al fuego.
En este punto, es pertinente hacer una importante acotación de que el ombú contiene una savia venenosa que repele a los animales herbívoros como los ciervos y conejos. Por eso tampoco el árbol de ombú puede ser usado como fuente de alimento para el ganado.
Puede sobrevivir a ataques de diversos insectos, tormentas, huracanes e incendios forestales. Si se corta esta planta en el suelo, comienza a crecer aún más rápido y más fuerte que antes.
No necesita mucha agua para subsistir considerando que sólo hay 10 a 30 pulgadas de lluvia al año en su hábitat natural. Esa cantidad de agua no es suficiente para sostener muchos árboles. No obstante, el ombú como es una planta solitaria, donde hay pocos ejemplares que le disputen el preciado líquido, ese volumen le sirve para mantenerse.
Hojas
El árbol ombú produce hojas ovaladas de color verde oscuro y brillante, con una nervadura central roja. Se presentan de manera alternada y simple en las ramas y su forma puede variar entre elípticas y ovaladas.
Miden entre 5 y 13 centímetros de largo y de 2 a 7 centímetros de ancho y poseen una base redondeada y un ápice agudo, que termina en punta. Las hojas tienen unos pecíolos largos rosados, que pueden llegar a medir hasta 8 centímetros de longitud.
Flores
El árbol ombú tiene una copiosa floración y como pertenece a la especie Phytolacca dioica, tiene componentes unisexuales, lo que implica que algunos ejemplares producen solo inflorescencias, llamadas amentos con flores femeninas con fruto y los amentos con flores masculinas, que no tienen fruto. Las flores femeninas están en un árbol, y flores masculinas están en el otro.
Florece y fructifica en el verano y se reproduce fácilmente por semillas.
Además, puede ser caducifolio, lo que implica que suelta sus hojas cada año, o las mantiene, dependiendo de la rigurosidad del invierno.
La floración del ombú se produce en primavera generando flores de color blanco verdoso dispuestas en los amentos, que son como racimos alargados que, por lo general, cuelgan al final de las ramas.
Frutos
El fruto del árbol de ombú es una baya de forma esférica, color amarillo o rojo, carnosas, rugosas y aplanadas. Contiene en su interior las semillas, formando surcos entre las semillas. Pueden medir de 0,8 a 1,0 centímetros de diámetro, tornándose negruzcas en la madurez.
Estas bayas están dispuestas en racimos, que se vuelven densos por la cantidad frutos que cargan.
Algunos investigadores han advertido acerca de que estas bayas contienen sustancias que pueden inducir a la intoxicación de humanos y animales.
Semillas
Las semillas son de forma ovoide de unos 3 milímetros de largo, color entre gris y negro brillante. Se encuentran alineadas dentro del fruto en los racimos.
Estas constituyen uno de los dos medios de propagación de este árbol. El ombú tiene un alto porcentaje de germinación, pues solo requiere de unas 3 o 4 semanas para que comiencen a aparecer los brotes.
Para la reproducción se pueden retirar directamente de los frutos de la planta, que se cosechan sobre todo en otoño. Al esparcirlas por el suelo, se recubren con una capa de sustrato, se les provee suficiente agua para que prosperen en un tiempo moderadamente corto.
La otra técnica de propagación es por medio de los esquejes de madera blanda, que se debe realizar solo a finales de la temporada de primavera y a inicio del verano.
Se emplea para ello trozos o gajos de madera de gran diámetro que se injertan en las ramas o tronco para lograr mejores resultados.
Se ha observado que las aves y las abejas, encargados de la polinización, los evitan, y, por lo tanto, ese proceso es llevado a cabo fortuitamente por el viento, lo que es un método es muy ineficaz.
¿Dónde crece el árbol ombú?
Es una planta típica de determinadas regiones de Sudamérica, sobre todo de Argentina, algunas regiones del sur de Brasil, Uruguay y Paraguay.
Hábitat
El ombú crece de manera silvestre y, por lo general, aislado, debido a ello, mantiene un gran nivel de humedad en el suelo adyacente, ya que no es común ver varios ejemplares creciendo unos cerca de otros, aun cuando en raras ocasiones se pueden encontrar los montes de ombúes, como se llama a las agrupaciones de este árbol.
Este ambiente que ocupa normalmente el ombú es un suelo relativamente plano con ciertas ondulaciones en algunas áreas. Es un terreno ubicado a pocos metros del nivel del mar, como especie de valle, y tienen en su constitución materiales aluviónicos, que han sido transportados y depositados en esa área por una corriente de agua.
Pueden estar compuestos por arena, grava, arcilla o limo.
Clima
Para el apropiado desarrollo del ombú se requiere un clima templado húmedo con precipitaciones por encima de los 1000 mm anuales.
En esas zonas donde está el ombú, se presentan vientos del norte y noreste calientes y constantes que dominan la mayor parte del tiempo, mas del sudoeste pueden llegar corrientes frías y del sudeste, vientos húmedos y frescos.
Se puede observar una variedad climática continental que favorece la adaptación del ombú haciéndolo más resistente. Se registran grandes diferencias de temperatura por la acción de los vientos.
Esas grandes variaciones de temperatura van de máximas en verano, con más de 40º C, a mínimas en invierno, inferiores a los 7º C bajo cero.
La presencia de la época de lluvias que se inicia a fines de septiembre y dura hasta diciembre ayuda al crecimiento y mantenimiento del árbol.
La época de invierno es seca con heladas frecuentes, que pueden prolongarse hasta fines de octubre, pero el ombú con sus reservas de agua se mantiene intacto.
Suelo
El árbol ombú crece en un suelo ligeramente ácido, expuesto a la luz solar directa, requiriendo que el sustrato sea húmedo para mantenerse y evolucionar.
En estas condiciones se puede desarrollarse rápidamente y tener una larga longevidad.
Los conocedores de esta planta advierten acerca de sus raíces que suelen ser muy largas, gruesas y fuertes, pudiendo ocasionar daños, tales como destruir el pavimento de aceras, calles y resquebrajar paredes.
Esta especie de planta presenta una gran resistencia en suelos semi áridos, en virtud de la gran cantidad de agua que acumula. En tal sentido, si se produce un exceso de agua, la humedad en demasía podría dañar sus flores y sus frutos.
¿Para qué sirve el árbol ombú?
El ombú ha probado ser útil en varias aplicaciones, destacándose como principales las siguientes:
- Como refugio, puesto que sirve de amparo, principalmente durante el día como sombra para el descanso en días calurosos o cuando ocurren temporales y grandes crecidas de aguas.
- En el hogar se pueden usar los frutos para lavar la ropa.
- Su sombra mantiene la humedad superficial del suelo adyacente.
- Medicinal: con sus hojas y la corteza de la raíz se hacen infusiones que tienen propiedades eméticas, que provoca el vómito, y laxantes, que ayudan a depurar el organismo.
También las hojas y las cenizas de las ramas sirven como cicatrizantes de la piel. Asimismo, se puede preparar un cataplasma con hojas de ombú, altamisa y hierbabuena que se aplica para aliviar dolores de cabeza y malestares de insolación, colocándolo en las zonas afectadas.
- Sirve como elemento de señalización para establecer las distancias en las inmensas llanuras.
- Ornamental: Es una planta hermosa que ofrece una vista y sombra agradables si se siembra en un sitio donde pueda desarrollarse y crecer libremente.
Al prepararlo con la técnica del bonsái constituye un bonito elemento decorativo.
- El jugo que se extrae de las bayas se utiliza como fuente de tintes.
Bonsái de ombú
Este árbol ha sido empleado de manera efectiva con el conocido arte del bonsái. Mediante esta práctica se comienza a crear el bonsái con árboles jóvenes controlando el tamaño para que así se mantengan en una proporción menor a la de su estado natural.
Para preparar los bonsáis se deben seguir los pasos pertinentes como el trasplante, el alambrado, la poda, el pinzado, entre otras.
Las réplicas en miniatura que se obtienen de este gigante mediante esta técnica constituyen una obra de arte.
Para su óptimo desarrollo y mantenimiento estos bonsáis solo necesita tener el cuidado de proveerles luz directa del sol, riego frecuente y la poda ocasional de la raíz y las ramas.
Además, se benefician de los cambios de temperatura, tanto diarios como estacionales.
Es una buena opción para decorar el hogar o la oficina.
Aves que atrae el árbol ombú
Por su extenso y denso follaje muchas aves suelen hacer del ombú su sitio de refugio y descanso. Los expertos han podido establecer que hay unas 11 especies de aves que hacen vida en el ombú y se alimentan de sus semillas, pulpa o frutos.
Entre ellas cabe mencionar la bandurria, pepitero verdoso, fiofío grande, cardenal común, calandria grande, celestino común, pepitero de collar, benteveo común, fiofío de pico corto, naranjero, petitero gris, etc.
La leyenda del Ombú
La leyenda que se ha divulgado relacionada con esta especie de planta se originó hace mucho tiempo y se ha ido propagado de una generación a otra.
La historia cuenta que hace muchos años había una tribu en la que habitaba un cacique poderoso con una bella hija llamada Ombí, a la que amaba.
Este cacique era dueño de unas extensas y prosperas tierras, que proveían suficientes frutos para todos en el lugar. Sin embargo, no todo fue siempre así y en un momento la felicidad se acabó, ya que una terrible sequía asoló sus tierras, haciendo que se perdieran todos los cultivos que tenían.
Los pobladores buscaron de muchas maneras ayudar a solventar la situación, pero todo fue inútil, hasta el extremo de que llegó un momento en el que solo quedaban unas pocas plantas vivas.
Surgió entonces la interrogante sobre cuál iba a ser el futuro, llegando a plantearse la disyuntiva de si quedarse y morir de hambre o irse abandonando el lugar.
En la comarca solo había una persona que aún seguía con esperanza y fe suficiente para no desfallecer, mantenerse y luchar por su hogar. Tal persona era Ombí.
Fue ella la que se armó de coraje y se sentó al lado de la única planta que aún estaba vía dándole sombra y cobijo. Se mantuvo en esa posición por días, manteniendo con vida la débil planta.
Hasta que un día, al despertar los habitantes fueron como siempre hasta donde estaba la joven y encontraron que en el lugar había ahora un inmenso árbol frondoso, dándole sombra a la planta, tal como lo había hecho antes Ombí.
Seguidamente comenzaron a caer copiosas lluvias sobre todo la región lo que creó un gran júbilo en toda la población, generando un gran festejo en honor y agradecimiento al gran esfuerzo de Ombí, razón por la cual se apodó al árbol Ombú.