El turul es el ave de rapiña mitológica más importante de la tradición húngara, que ha sido protagonista de diversos relatos míticos. Entérate en este post de la leyenda de este pájaro, símbolo nacional de Hungría.
El turul
La gran y mítica rapaz ave, el turul, es uno de los símbolos más importantes de los húngaros. Es un ave de rapiña mitológica, generalmente representada como un halcón en la tradición húngara y se ha instituido como símbolo nacional de esta Nación.
Representa el poder y la voluntad de Dios y es visto como el antepasado de Atila y también era el símbolo de los hunos. El turul aparece a menudo portando la espada flamígera de Dios.
Esta criatura forma parte del círculo mítico húngaro y turco y, aun cuando se le representa como halcón, el ave tiene similitudes también con un águila, por lo que se dice que es una mezcla de las características de ambos pájaros. Te recomendamos también la lectura sobre otra ave interesante, el Bulbul Orfeo.
Se cree que el nombre de esta ave, turul, procede del vocablo turco antiguo toġrïl o toğrul, que significa “ave de presa de tamaño medio a grande” y pertenece a la familia Accipitridae, o también azor.
En cuanto a la lengua húngara, el término sólyom significa “halcón”, que también describe al turul. Ahora bien, en este idioma hay tres palabras antiguas que refieren a diferentes tipos de halcones; a saber: kerecsen, que procede del griego κερχνηίς, usada para referirse al halcón sacador; luego tenemos la palabra zongor que se deriva del turco sungur, empleada para designar al “halcón giróvago”, que aún pervive en el nombre masculino Csongor y la última es la palabra “turul”.
El turul es el ave más importante en lo que al mito del origen de los magiares se refiere, que es el otro nombre dado a los húngaros, y que fue el grupo étnico que se trasladó desde Asia a Europa del Este, y corresponde a los actuales pobladores de Hungría.
Como parte de las tradiciones de esta Nación, existen, por supuesto, multitud de mitos y leyendas. Una de las leyendas más recurrentes y populares es referente a este legendario pájaro turul.
Se encuentra en libros de historia húngaros muy antiguos y su origen sigue sin explicarse. Lo cierto es que el gran y mítico rapaz turul se ha convertido en uno de los símbolos más importantes de los húngaros. Al respecto, te interesará conocer también al ave Martineta.
Significado
Hoy en día representa la fuerza, el poder, la nobleza y la voluntad de Dios. Las leyendas que se han tejido alrededor de la imagen del pájaro turul resultan de la fantasía, pero tienen ciertos visos reales. Para muchos, no importa que todo esto sea verdad o producto de la imaginación, el hecho es que el turul se encuentra en escudos y cuadros desde la misma Alta Edad Media como evidencia de su relevancia.
Simbolizaba la fuerza de Hungría y las aventuras que vivieron los primeros húngaros cuando tomaron el país. Sin embargo, su mito fue cayendo en el olvido.
No fue sino hasta finales del siglo XIX cuando el turul fue «redescubierto», por así decirlo, y se erigieron estatuas por todo el país.
Durante la ocupación soviética se intentó suprimir estos mitos históricos, pero para entonces ya estaba demasiado entrelazado simbólicamente con la historia húngara.
El pájaro turul también ha estado presente en la cultura de otros pueblos: no sólo se le incluyó como parte de los decorados de los objetos de los magiares, sino también los de los hunos y los ávaros.
El significado que en la actualidad tiene el turul para los húngaros se fundamenta en que es una evidencia tangible de sus ancestros y sus orígenes y le recuerda su «antepasado».
Al respecto, según el cronista Simon Kézai, el turul con la corona de Atila fue la insignia militar de los húngaros hasta la época del príncipe Géza.
Asimismo, el turul ha sido utilizado por grupos políticos como los del partido de los Arrow Crossers o los neonazis.
Hoy representa los inicios de la Nación húngara, pues les dio grandes reyes y les mostró el camino de 1916.
Leyenda del turul
Los orígenes de la leyenda del turul se remontan al pasado prehistórico húngaro. Se trata, pues, de una reliquia de la antigua fe húngara, de la encarnación de los poderes superiores y la soberanía monárquica, el símbolo nacional de la providencia y las directrices. Es el antiguo símbolo de la identidad nacional.
La leyenda da origen al clan Turul a partir del pájaro, aun cuando la dinastía se llamó después erróneamente clan Árpád, destacando así el origen divino de los monarcas y reyes de la dinastía.
Este pájaro místico sigue estando muy cerca de los corazones húngaros; sin embargo, no sabemos a ciencia cierta qué animal era exactamente. El pájaro turul tiene una existencia tanto mitológica como real. Ambos eran los símbolos, guardianes del Espíritu Santo para los antiguos húngaros.
Como se ha señalado, el turul aparece protagonizando muchos mitos, pero dos de ellos han sido considerados como de gran importancia dentro de la mitología húngara, los cuales sobresalen entre las numerosas leyendas que existen.
Primera leyenda
Una primera leyenda húngara en la que interviene el turul cuenta la historia de Emese, la esposa Príncipe húngaro Üayek, descendiente del temible Atila, el rey Huno, de quien quedó embarazada.
En este relato se cuenta que Emese tuvo un sueño en el que se le aparecía el turul y en este sueño, un arroyo cristalino brotaba de su vientre, y a medida que el arroyo corría hacia el oeste, crecía hasta convertirse en un poderoso río. El arroyo estaba definitivamente relacionado con su embarazo y lo que de él nacería.
Esta misma leyenda ha sido versionada y en esa versión se habla más bien que es un río azul, no cristalino, lo que brota de la doncella, y que se trataba del Danubio. Asimismo, esta versión relata que el hecho aconteció en el año 819 y que fue el mismo turul, quien embarazó a Emese, mientras dormía y luego profetizó que daría a luz un hijo que produciría un linaje de reyes y le auguró gran nobleza y éxito, como nuevo líder de los húngaros.
Álmos, quien fue el primer monarca húngaro y uno de los siete jefes que dirigieron el asentamiento de los magiares en la actual Hungría, conduciría a los húngaros hacia Europa oriental, y su hijo Árpad se convertiría en el Gran Príncipe húngaro fundador de la dinastía de los Árpades, a la cual perteneció San Esteban I de Hungría.
Este sueño significaba que Emese estaría al principio de una línea de grandes gobernantes que nacerían de su ser para dirigir el territorio magiar.
Es así como, poco después, dio a luz a Álmos, que en idioma húngaro proviene de la palabra álom, que significa “aquel del sueño” , quien, posteriormente, engendraría a Árpád, que se convertiría en el gran líder de los magiares y fundador del Estado de Hungría.
Segunda leyenda
La segunda leyenda de importancia trata de un sueño del líder de las tribus húngaras en el que las águilas atacaban a sus caballos para que no avanzaran y aparecía, entonces, un turul que las ahuyentaba, salvando así la supervivencia del pueblo húngaro.
A este sueño se le dio la interpretación de que este acontecimiento simbolizaba el mandato dado a estas tribus de emigrar y buscar nuevos destinos, y al hacerlo el turul les acompañaría y ayudaría a mostrar el camino.
Fue así, como, finalmente, el turul les condujo a la tierra que más tarde se convertiría en Hungría. De hecho, en los anales de la historia del país se da cuenta de detalles al respecto y del importante papel que desempeñó Árpád, el gran líder de los magiares, que comandó esta gesta heróica.
El turul también desempeñó un papel importante en las leyendas que rodean el acaparamiento de tierras de los húngaros: se dice que condujo a los húngaros a Panonia, antiguo nombre dado a la región de Europa central al norte del río Danubio.
Estas leyendas se describen en las Crónicas Húngaras del cronista Simon Kézai, como la Gesta Hungarorum o la Crónica Pictórica de Buda.
Origen del turul
En la tradición húngara, se supone que se originó como símbolo del clan que se desarrolló en los siglos IX y X por la casa gobernante de Árpád, que reinó en Hungría durante la edad de oro del país hasta el siglo XIII de nuestra era.
La segunda narración es «La conquista de los magiares», que se refiere a la legitimación territorial del Estado húngaro. En esta historia, el turul condujo a un grupo de tribus errantes a la cuenca de los Cárpatos, mostrándoles la tierra de su futuro país.
El turul era un ave que, además, se empleaba dentro del entorno religioso de ese pueblo húngaro que vino desde el Occidente asiático, sustentado en las antiguas leyendas autóctonas.
Según el autor de la Crónicas húngaras, en el siglo XIII, la imagen del turul habría sido empleada en el escudo de armas de los húngaros desde los tiempos de Atila hasta la época del Príncipe Géza de Hungría.
La existencia del ave es referenciada a través de la leyenda de Emese, recogida en la Gesta Hungarorum y en el Chronicon Pictum. En la literatura más antigua, esto se interpretó como «impregnación», pero el texto es claro al respecto y habla de embarazo.
El papel del turul es el de un espíritu protector, que vela por el pequeño bebé Álmos, salvaguardándolo de cualquier daño.
En cuanto a la segunda leyenda sobre el sueño del líder de las tribus húngaras, resalta el rol salvador de este pájaro, que acude a proteger al pueblo húngaro del ataque de las águilas.
Como parte de esta leyenda se dice que en el año 896 d. C., el pájaro dejó caer su espada en lo que ahora es la actual Budapest, para anunciar a los magiares que esa era la zona donde se iba a edificar su patria.
Así, se dice que esto fue el comienzo de los 1.000 años en que los magiares han vivido en esa zona, actualmente la capital de Hungría, Budapest.
Mitología húngara
La mitología húngara incluye los mitos, relatos populares, deidades, duendes, hadas y gigantes, entre otros personajes, de los magiares, que se han ido transfiriendo de generación en generación y, hoy en día, constituyen un acervo de la cultura y la tradición húngara.
Los mitólogos señalan que en el mito húngaro, el mundo se divide en tres grandes ámbitos: el primero es el Mundo Superior, en húngaro Felső világ, que es el hogar de los dioses; el segundo es el Mundo Medio o Középső világ, que es el mundo de los humanos, y, finalmente, el inframundo o Alsó világ.
En el centro del mundo se encuentra un alto árbol, que es referido como el Árbol del Mundo o Árbol de la Vida, que en húngaro se traduce como Világfa/Életfa.
Su follaje es el Mundo Superior, y en su cima habita el pájaro turul. El Mundo Medio se encuentra en su tronco y el inframundo en la parte inferior donde están raíces. En algunas historias, el árbol tiene frutos, representados por manzanas de oro.
Mundo Superior
En el Mundo Superior viven los dioses. Estos dioses tienen el mismo rango, aun cuando la deidad más importante es Isten, que se refiere al dios supremo en húngaro. Tiene control del mundo, vigila al Mundo Medio, establece el destino de los humanos y, a veces, avisa con un rayo o mennykő sus designios
Isten creó el mundo con la ayuda de Ördög, que es «el diablo» que representa el Mal.
Otros dioses son: Istenanya, que es la diosa Madre, también conocida como Boldogasszony, que se ha traducido como «dama bendita», pero que significa literalmente «mujer feliz» o «mujer alegre»; más tarde se le identificó con la Virgen María del catolicismo, y, también esté Hadúr, que es el «señor de la guerra» o «comandante» del fuego, y más tarde, dios de la guerra.
Los principales cuerpos celestes, el Sol y la Luna, también se encuentran en el Mundo Superior.
Se pensaba que el cielo o menny era una gran tienda sostenida por el Árbol de la Vida. Los diversos agujeros en él son las estrellas. El Sol, la Luna y los símbolos de la palabra cósmica se conocen por los hallazgos de las tumbas húngaras del período de la conquista húngara.
En la mitología húngara, se creía que el alma humana o lélek era inmortal, y la vida era vista como una peregrinación al cielo.
Mundo Medio
En el Mundo Medio conviven los humanos y muchas criaturas mitológicas; estas últimas suelen ser sobrenaturales. Hay fantasmas de los bosques y las aguas, que se encargan de asustar a los humanos.
Tiene diferentes denominaciones en distintos lugares. Existen figuras femeninas como, por ejemplo, la sellő, que es la sirena, que vive en el agua y tiene un torso humano con la cola de un pez.
El viento lo controla una mujer vieja llamada szélanya o madre del viento o por szélkirály, que es el rey del viento. En este mundo se encuentra el sárkány o dragón, que es una bestia temible y enemigo de muchos héroes de los cuentos, y simboliza la lucha interior psíquica del héroe. El sárkány suele tener entre 1 y 7 cabezas.
Allí se halla también el lidérc, que es una criatura fantasmagórica y misteriosa con varias apariencias diferentes, sus obras son siempre maliciosas. Luego, están los manók, que son los duendes y los törpék, los enanos, que son criaturas astutas y taimadas que viven en los bosques o bajo la tierra.
Los óriások o gigantes viven en las montañas y tienen cualidades buenas y malas. Las criaturas favoritas son las tündérek, que son las hadas, hermosas jóvenes vírgenes o criaturas femeninas, a menudo representadas como la pureza e inocencia personificadas, o como juguetonas y zorras. Ayudan a los humanos, que a veces pueden pedirles tres deseos.
Sus opuestas son las bábák, que se equiparan a las viejas brujas gatunas. La palabra Bába significa «comadrona» en húngaro moderno, y originalmente eran ancianas sabias, equiparadas más tarde a las brujas cuando el cristianismo se generalizó.
Inframundo
El Inframundo es el hogar de Ördög, creador de todo lo malo para los humanos: por ejemplo, animales molestos como pulgas, piojos y moscas. No se sabe con certeza si el inframundo se consideraba un lugar de castigo o no, ya que su denominación como Pokol o infierno se desarrolló tras la cristianización.
Fuentes de conocimiento
Se cree que gran parte de la mitología magiar se ha perdido. Sin embargo, en los últimos cien años los historiadores de la cultura húngara han intentado con ahínco recuperar una parte importante de esta mitología. Las fuentes más importantes para ello son:
- El folclore, ya que muchos personajes míticos permanecen en cuentos populares, canciones populares, leyendas, también tradiciones especiales vinculadas a fechas especiales, desconocidas en otros lugares.
- Crónicas medievales como códices y manuscritos.
- Fuentes secundarias, como los relatos de otros autores sobre los húngaros (sobre todo antes del año 850).
- Investigaciones arqueológicas.
Aspecto y características del turul
No se tiene una imagen exacta de como era el legendario y mítico pájaro turul, pues los historiadores aún no han podido encontrar consenso al respecto.
Naturalmente, el origen santo del ave no excluye la posibilidad de que tenga una versión real existente. En lo que sí están de acuerdo todos los historiadores es que era un ave depredadora, pero el tipo exacto se ha discutido durante siglos.
Había muchas aves depredadoras en la región donde vivían los antepasados húngaros, pero a pesar de los muchos intentos de dibujar su naturaleza y apariencia, nadie lo ha conseguido del todo.
No obstante, en la mayoría de sus representaciones se muestra al ave con una amplia envergadura, de plumaje frondoso y oscuro. Se le representa, además, portando siempre una lanza y una corona en su cabeza, que se dice se refiere a la corona de Atila.
De acuerdo con la mitología húngara pre-cristiana, el ave turul vivía en la cima del árbol de la vida, el cual contenía todo el universo y estaba encargado de cuidar las almas de los recién nacidos en forma de pequeños pájaros que vivían en la copa del árbol.
El turul era, igualmente, el mensajero entre los dioses y los humanos, el guardián del orden y del equilibrio en el universo.
Representaciones y arte del ave turul
En Hungría existen muchas representaciones impactantes del ave turul.
Así, por ejemplo, en lo que se conoce como la Gran Hungría había tres grandes estatuas del turul, cada una con una envergadura de 15 metros, antes de que las fronteras del país fueran reconfiguradas por el Tratado de Trianón, acuerdo de paz que se firmó en Versalles, Francia, después de la Primera Guerra Mundial entre los Aliados y el Reino de Hungría. Estas estatuas fueron:
- Monumento en Tatabánya
Se erigió en 1896 en una montaña cerca de Tatabánya, en Hungría para conmemorar la victoria sobre el príncipe Swatopluk en Bánhida, siendo el monumento a las aves más grande de Europa y la mayor estatua de bronce de Europa Central.
- Monumento a turul del escultor húngaro Gyula Donáth en el Palacio del Castillo de Budapest. Esta enorme estatua de bronce fue construida en la barandilla del castillo de Buda, en lo alto del Danubio. Es uno de los símbolos de Budapest.
- Monumento a turul en Nyíradony, Es una escultura de artista Richárd Juha.
Además de estos tres monumentos existen al menos 195 estatuas de turul en Hungría, así como 48 en Rumanía, de las cuales 32 están en Transilvania y 16 en la localidad de Partium.
También hay 8 monumentos a turul en Eslovaquia, 7 en Serbia, 5 en Ucrania y 1 en Austria.
Una de las estatuas más recientes fue erigida el 29 de septiembre de 2012, con motivo del día de San Miguel Arcángel y se encuentra en el Parque del Patrimonio Nacional de Hungría, Ópusztaszer.
También es digno de mencionar la estatua de turul en Budapest en el Parque Reiner Frigyes.
Asimismo, cabe señalar que el ave turul apareció de 1900 a 1916 en los sellos postales del Reino de Hungría, entre los que destaca el «Turul sobre la Corona de San Esteban», una representación especialmente fina, que se muestra en el sello de socorro de guerra Michel Nº 185 de 1916.
En la actualidad
El turul se emplea en el diseño de los escudos de las Fuerzas de Defensa húngaras, en el Centro de Lucha contra el Terrorismo y la Oficina de Seguridad Nacional.
Así también, desde 1989, el símbolo del turul ha aparecido gradualmente en diversos diseños populares, desde camisetas y banderas hasta relojes de pared, bolsos, vinos y cubiertos.
Si bien la iconología de los diseños se basaba sobre todo en la representación nacional-romántica del turul de entreguerras, a partir de 2010, cuando su uso se extendió significativamente, apareció un nuevo estilo.
Este estilo utilizaba el lenguaje visual del Kalocsai y el Matyó, dos tradiciones folclóricas de los años 20, una época en la que muchos productores y grupos comerciales, como la Federación Nacional de Mujeres Sastre, empezaron a producir en masa ropa de estilo folclórico.
En 1934 se creó el Comité del Movimiento Nacional de la Ropa Húngara para promover esta tendencia entre la aristocracia de entreguerras.
En la política de extrema derecha
A lo largo de los siglos XX y XXI, el turul se ha asociado a varias ideologías fascistas y de extrema derecha. Un ejemplo especialmente notable es el de la Asociación Turul, en húngaro Turul Szövetség.
La asociación apoyó políticas antisemitas como la introducción del numerus nullus, una ley que prohibía a los estudiantes judíos estudiar en las universidades, y tenía estrechos vínculos con el Partido de la Cruz Flechada o Arrow Cross Party.
El turul también sigue siendo un símbolo popular en la política de extrema derecha de hoy en día, por lo que su uso sigue siendo controvertido, ya que muchos argumentan que es un símbolo de odio y genocidio, mientras que otros sostienen que sus usos pasados deben ser ignorados en favor de su significado histórico.