Hoy le invitamos a conocer sobre este hermosa ave llamada comúnmente El Chaja, es un ave ampliamente extendida en América del Sur, por lo que puede ser visualizada con facilidad, es una de las especies de aves con poblaciones ecológicamente saludables, por lo que son abundantes, conozca sobre su hábitat, alimentación, sus bellas leyendas y mucho más, aquí.
Características del Chajá
El Chaja es el nombre común con el que es llamada esta ave que pertenece al orden anseriforme de la familia Anhimidae, su nombre científico es Chauna torquata, se caracteriza por ser un ave que no pasa desapercibida, ya que podemos considerarla de buen tamaño, pueden llegar a medir una longitud de más de 70 centímetros, medida desde su cola hasta el pico y pasar los 85 centímetros de alto.
Es un ave que siempre ha tenido la atención de los científicos porque es en realidad un ave con características un poco fuera de lo común. Su anatomía y aparente robustez hace parecer que es un ave que no puede volar, pero para sorpresa de muchos, a pesar que le cuesta emprender el vuelo, cuando despega y deja el suelo puede volar con tal ligereza que en realidad hay que ver para creer. Con su pico encorvado da el aspecto de ser un ave de rapiña, sin embargo, es vegetariana.
Sus patas son largas, gruesas, fuertes y de un llamativo color rosado. El pico no es de gran tamaño, pero si es afilado. La forma de su cuerpo se asemeja a una galliforme, sus ojos son pequeños y tienen alrededor de ellos una línea de color rojo. Su alas guardan una sorpresa que pueden ser identificada como un arma secreta para la defensa, se trata de una especie de espolón, que se encuentra en la parte anterior de las alas y pueden llegar a medir hasta 2 centímetros.
Su cuerpo está cubierto por un plumaje de color gris plomizo y resalta como marca distintiva un collar de plumas de color negro que rodea su cuello y este a su vez es adornado con un collar de plumas blancas. En el dorso presenta dos manchas blancas y luce un copete de plumas en la nuca, que le da un aspecto gracioso y desenfadado.
No existe dimorfismo sexual entre los machos y las hembras de la especie, es decir, que no presentan marcadas diferencias fisionómicas. Le agradan los lugares húmedos, lodosos y pantanosos, las orillas de los ríos y arroyos, son un lugar en que con facilidad puede ser avistada, lo curioso de esta ave “zancuda” es que es una buena nadadora y prefiere no mojarse mucho, aunque puede nadar como los gansos.
Se caracteriza por ser un ave monógama, por lo que no debe ser cazada en solitario, ya que son tan fieles que si atrapa solo a uno de la pareja, el otro morirá en soledad y de tristeza. Estas aves son capaces de cuidar a su compañero en la enfermedad y si uno de ellos no sobrevive, la pareja enferma y muere también al poco tiempo.
Es por ello que se dice que el Chaja es capaz de morir de amor. El Chaja tiene una excelente capacidad de vuelo, logra alcanzar grandes alturas y describe círculos perfectos, se mantiene en el aire por mucho tiempo.
Otra de las características de esta ave es que es una excelente vigilante y no es amigable con las aves de rapiña, ni con ninguno animal o persona que sea reconocida como una amenaza, por lo que es un excelente guardián, para los gallineros y también para los rebaños de ovejas, haciendo un gran trabajo que acompaña al de los perros pastores y guardianes.
Es un ave sociable y por ello puede ser domesticada, se acostumbra y reconoce a las personas de la casa. En las casas de campos era usual mantener un casar de estas aves, para ayudar en las actividades de cuido del rancho, no son una amenaza para las aves de corral y su gran instinto maternal, la hace un ave nodriza, es decir, que si hay algún polluelo abandonado o sin madre, esta ave es capaz de cuidarlo y alimentarlo como si fuera propio.
Hay experiencias que la muestran como un ave capaz de defender del peligro a sus protegidos de manera feroz y no teme enfrentar al agresor sin importar su tamaño, por lo que se enfrenta a las aves rapaces, comadrejas y hasta con los gatos y perros domésticos, si es necesario.
No es un ave de carne apetecible, quizás esta sea la razón por la que sus poblaciones no han sido diezmadas, incluso hay un dicho popular que se basa en la característica de la carne de esta ave, cuando es cocida, ya que las ollas se llenan de espuma y cuando la gente no cumple su palabra o suele creerse más de lo que en realidad es, le dicen «Pura espuma como el chajá», es un dicho popular de los países en donde habita esta ave. En la búsqueda de la filogenia de esta ave tan curiosa y con características particulares, se dice que se encuentra de alguna manera emparentada con los cisnes y los gansos.
En cuanto a la siringe, que es la estructura que permite el canto a los pájaros, en el Chaja, quizás no esté desarrollada para hacer trinar, pero si para producir un sonido muy fuerte que sirve para alertar la presencia de algún peligro, de hecho su nombre común surge del “canto”, que realizan los machos, el cual se identifica con claridad que cantan Cha – Ja y las hembras cantan Cha – Ja – Li, luego de este sonido hacen un chasquido menos sonoro, que en realidad se produce por el aire que pasa a través de los sacos aéreos hacia unas estructuras llamadas celdillas ubicadas entre la piel y los músculos de esta ave.
Y de aquí surge otra de las curiosidades de esta ave, que permite explicar la razón de su vuelo, siendo un ave visualmente robusta, cuentan con unos espacios vacíos, cavidades de aire, que se encuentran esparcidas por todo el cuerpo, por lo que también se parecen a los pelícanos, un ave de mar que también tienen apariencia corpulenta pero que vuela sin ningún tipo de problemas. Los huesos de El Chaja son huesos huecos y gracias a esa particularidad, aparenta un peso mayor de los cuatro a cinco kilos, que llega a pesar cuando son adultos.
Como hemos mencionado siempre andan en pareja, sin embargo, pueden formar grupos de al menos 100 individuos, que al unísono pueden sonar bastante intimidantes con su fuerte canto. Su alto vuelo es sostenido por el uso de las termales, las cuales utilizan muy bien y es por ello que pueden ser confundidas en vuelo con otras aves de gran porte que desarrollan vuelos de altas alturas, como los halcones.
Entonces podemos resaltar de las características de esta ave, que se trata de un ave corpulenta y de aspecto galliforme, que mide en promedio 85 centímetros medida de pie sobre el suelo. De su rostro resalta su pico encorbado y el penacho de plumas tipo copete en la nuca. El collar negro de su cuello, en oportunidades hay ejemplares que lo tienen de color un poco más blanco. Sus alas son de color pardo oscuras y las cubiertas gris oscuro, con la orillas de color blanco.
El color de sus ojos que no hemos destacado por lo llamativo de la zona roja que se encuentra a su alrededor, son de color canela anaranjado. Con estas características en mente serán capaces de reconocer a El Chala, aunque por supuesto que su estridente canto no le dejara la menor duda Cha – La en los machos y Cha – ja – li en las hembras. Es realmente intimidante el canto de esta ave, sobre todo cuando andan reunidos en bandadas.
Alimentación
Sobre la alimentación de El Chala, se tiene identificada como un ave vegetariana, sin embargo, este animal puede alimentarse en ocasiones de insectos, por ello, se describe también en algunas oportunidades como ave zancuda, no solo por su largas patas.
En su dieta incluye entonces insectos acuáticos y algunos moluscos. Cuando se clasifica como un ave vegetariana es porque la mayor parte de su alimentación se basa en el consumo y selección de semillas, hojas y frutas. Suele preferir los brotes juveniles de las plantas acuáticas y terrestres.
Para la búsqueda de su alimento el Chala hurgará en los humedales, moviendo sus patas dentro del agua, sin embargo, como ya sabemos ella prefiere estar en tierra firme, es allí donde se encuentra más cómoda, pero siempre con cuerpos de agua cercanos. Este ave podrá ser vista siempre en pareja buscando su alimento.
Hábitat y Distribución
Como indicamos con anterioridad el Chaja es un ave que se encuentra ampliamente distribuido en América del Sur, esta parte del planeta forma parte de Continente Americano y reconocido como América del Sur, porque se encuentra en la zona del sur del continente y como punto de referencia mundial al este del famoso canal de Panamá. Este tipo de identificación geográfica permite entonces reconocer al Continente Americano, en América del Sur, América del Norte y Centro América.
El Chaja se encuentra distribuido específicamente en la parte Sur del continente. En este espacio existen condiciones ambientales que generan una diversidad de ecosistemas que pueden ser el hogar de El Chaja. Es un ave emblemática del Cono Sur específicamente, pero el Chaja se distribuye en total libertad en Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay, Perú y Argentina.
En Uruguay el chajá es un ave popular, la cual la describen como asociada a terrenos secos, campos abiertos y praderas, generalmente dicen que es muy común encontrarla a los campos herbosos. También se encuentra asociada a los ambientes reconocidos como humedales, ambientes acuáticos, en donde siempre da una demostración de sus habilidades para el nado, sin embargo, recordemos que nadar nos es de sus actividades favoritas.
En Uruguay a pesar de no ser generalizado el buen sabor de su carne, al parecer en este país si se consume, no obstante, la presión de caza sobre la especie, no es fuerte y se consiguen poblaciones ecológicamente saludables.
Hay creencias asociadas al Chaja entre las que destacan la predicción del clima, en Uruguay se dice que cuando el Chaja se encuentra posado sobre un árbol o un poste y repite constantes sonidos, es señal de que se avecina una tormenta; mientras que cuando los lugareños observan que el Chaja está en los cielos volando con toda tranquilidad haciendo sus círculos, es señal de un clima soleado y tranquilo.
En Argentina es un ave típica de humedales del centro y norte argentino, es usual encontrarlas en parejas en campos, cerca de las charcas y orillas de lagunas. Hay una experiencia muy hermosa en la que lograron fotografiar al Chaja muy de cerca, alimentándose en la laguna de la localidad de Gorchs, en la provincia de Buenos Aires.
En Argentina es comúnmente identificada como el águila de las pampas, el nombre de pampa tienen su origen en la lengua Quechua y se trata originalmente del nombre que se dio a los pobladores originarios de estas tierras, sin embargo, a nosotros no interesa realmente es el hábitat que se desarrolla en la zona.
Es una gran llanura, en la que se presentan diferencias importantes en el relieve, el oeste pampeano es una zona de transición y en la medida que se desarrolla va ganando altura hasta alcanzar una altitud promedio de 600 metros sobre el nivel del mar. La altitud mayor se alcanza en el Cerro Negro con 1.125 metros sobre el nivel del mar.
El Chaja se encuentra asociado al norte de la región, prefiere las tierras bajas, por lo que también es usual encontrarlos en las marismas y a la orilla de los lagos y lagunas, le gusta frecuentar los pastizales. Esto se ha convertido en un problema para la especie, debido a que la frontera agrícola argentina ha aumentado en los últimos años y como ya señalamos, los chajá les gusta alimentarse de los retoños jóvenes, por lo que una plantación es comida fácil, sin embargo, los agricultores lo asumen como una especie que afecta su zona de producción.
Los conservadores y ecólogos del país, refieren que nada más lejos de convertirse en una plaga es una población de Chajal, ya que no andan en bandadas grandes, si bien es una población saludable con vida silvestre, ser identificada como una plaga de cultivos agrícolas, puede ser contraproducente para la especie. Podemos identificar al comparar el hábitat de El Chajal en Uruguay y Argentina, que son utilizados ecosistemas similares para su establecimiento y desarrollo, al igual sucede en Perú, Brasil, Paraguay y Bolivia.
Etimología del nombre Chajá
Cuando hablamos de Etimología se trata de comentar sobre el origen de la palabra, en este caso el origen de la palabra Chajá, que es precisamente el nombre con el que comúnmente es conocida el ave que ocupa nuestra atención en este artículo.
La palabra Chajá se dice que tiene su origen en la lengua Guaraní, la cual es una lengua que pertenece a la familia tupí-guaraní y es utilizada por más de 12 millones de personas, especialmente en América del Sur, precisamente la zona de distribución de nuestra hermosa ave Chaja.
El Guaraní es reconocido como idioma oficial en Paraguay, en las zonas del Noreste de Argentina, en la provincia conocida como Corrientes, es idioma oficial al igual que el español. También es una de las lenguas oficiales de Bolivia.
Es la lengua utilizada por los pobladores originarios de la región, si bien en la actualidad existen variaciones de la lengua guaraní, en la que podemos señalar el guaraní paraguayo o el guaraní criollo, la palabra Chajá significa “vamos” “huye” “escapa”. Es posible que los guaraní pobladores originarios, llamaron al ave Chaja, por el parecido con la palabra, no obstante, hay versiones que dicen que los guaraníes, tomaron del Chaja, la palabra para ampliar su idioma.
En realidad el ave emite este sonido cuando se sorprende por alguna razón y tratar de avisar de un posible peligro o intruso, encontrándose cierta coherencia, con la hipótesis de que el sonido del ave, fue asumido por los guaraní, ya que significa en su idioma, precisamente vamos o huye. Los guaraníes gritan a sus hijos “¡Chajá, chajá!” cuando hay que correr, unido a la espera de una respuesta que es precisamente “Chajalíi, como el sonido de respuesta de la hembra del Chaja.
Existen varias leyendas que se fundamentan en el Chaja, lo que da muestra de la identificación de las culturas de las regiones en donde el ave se hace presente, por lo que consideramos oportuno dar a conocer los fundamentos de las mismas, las cuales hacen resaltar las características del ave sur americana. Una de las leyendas que suelen ser contada por los guaraníes, hace referencia a la carne de El Chaja, que como hemos comentado, los entendidos dicen que es pura espuma.
La leyenda dice que la luna llamada por los guaraní Yasy, solía eventualmente bajar a la Tierra, en forma de mujer para poder mezclarse con los humanos y reconocer a los buenos y a los malos, para luego pedir gratificación o castigo, según fuera merecido a Tupá quien es Dios.
En una de esas oportunidades que bajo Yasy a la tierra, hacía mucho calor, por lo que ella y el niño por el que se hacía acompañar tenían mucha sed, ya que al convertirse en humanos tienen las mismas necesidades.
En el camino Yasy vio a dos muchachas, que lavaban en un arroyo y pidió agua para el niño, pero las muchachas que tenían fama de desdeñosas y malas personas, les negaron el agua. El niño rompió en llanto y cuando se alejaban, las muchachas les ofrecieron una totuma de agua, pero era agua jabonosa por lo que no pudieron tomarla.
Yasy en silencio levanto sus ojos hacia el cielo y pidió el castigo de Tupá, quien las transformó en aves, cuando intentaron hablar solo lograron decir chajá y se fueron chillando “chaja, chaja”. Por eso la carne del chaja es fofa y con sabor parecido al jabón.
La otra leyenda que es transferida en la cultura, hace referencia a su valentía a la manera feroz y aguerrida de defender y defenderse, de las aves Chaja, así como a su amor incondicional y para toda la vida. Esta leyenda es realmente hermosa y hace honor a esta bella ave de América del Sur, la misma cuenta que Aguará había sido un valiente Cacique Guaraní, amado y respetado por su pueblo, que ya se había hecho anciano.
Tenía una hermosa hija llamada Taca, quien lo ayudaba con las responsabilidades de jefe de la tribu, él le enseño sobre el uso del arco y la flecha, así como a tomar decisiones que brindarán bienestar a su pueblo. La descripción de Taca era la de una guaraní hermosa, de negro cabello peinado en trenzas, con grandes ojos y piel brillante de color cobriza.
El pueblo la reconocía y respetaba porque siempre tenía una buena actitud para atender y responder las demandas de su pueblo. A pesar de tener muchos pretendientes, el corazón de Taca ya tenía un dueño Ará Naró, un valiente cazador de la tribu. Ella esperaba su regreso para casarse con él, se había ido a las selvas lejanas del norte para traer pieles y carne.
Una tarde tres jóvenes de la tribu fueron a buscar miel en el bosque que se encontraba relativamente cerca de la aldea y cuando estaban buscando los panales, ocurrió algo inesperado, Petig había sido atacado por un yaguareté (tigre) hambriento y no había podido defenderse.
Los compañeros de Petig no pudieron ayudarlo, no llevaban armas para defenderse y solo pudieron correr por sus vidas. Al llegar a la aldea y contar lo sucedido, ya nadie quería ir al bosque a buscar frutos, ni miel, porque sabía que el yaguareté estaba escondido esperando por ellos para devorarlos.
Los alimentos comenzaron a escasear y el consejo de ancianos se reunió para buscar una solución y decidieron preguntar a los jóvenes guerreros de la aldea, quienes irían a cazar al feroz animal. Para la sorpresa de todos los que conformaban el consejo de ancianos, solo Pirá-Ú se presentó ante el consejo, pero aún confiado en su fuerza y valentía Pirá Ú no regreso a la aldea, el yaguareté ganó de nuevo.
Los ancianos volvieron hacer una llamado a los jóvenes guerreros, pero en esta oportunidad ninguno respondió. Taca respondió enojada por la cobardía de los guerreros y decidió ir ella a matar al temible yaguareté, de pie y con voz fuerte los llamo cobardes y dijo que si Ará-Naró estuviera en la aldea, no dudaría en ir al bosque a matar al yaguareté.
Su anciano padre no quería, no estaba de acuerdo con la decisión de su hija y trato de disuadirla a no ir al bosque, sin embargo, Taca tuvo un argumento irrefutable, él la había enseñado a defender a su pueblo y en este momento el mismo se encontraba en peligro, no podía ella hacer menos de lo que él como Cacique de la tribu hubiera hecho.
A la mañana siguiente cuando Taca estaba lista para partir hacia el bosque, llego la noticia que los cazadores ya venían de regreso, Ará-Naró venía con ellos, Taca se alegro y recibió sus saludos y obsequios, pero debía marcharse. Ará-Naró no permitiría que Taca partiera sola al encuentro con el feroz animal, así que partieron juntos cuando Yasy la luna posó su luz sobre la tierra.
Se detuvieron cerca de un ñandubay, se miraron y sospecharon que el animal estaba cerca y no estaban equivocados, el yaraguaté se abalanzó sobre Ará-Naró y éste lo enfrentó con gallarda valentía, Taca gritaba con fuerza a su enamorado ¡Chajá!, ¡chajá!, Taca se lanza en valiente lucha sobre el yaguareté. El furioso animal de un zarpazo desagarró el cuello de Ará Naró y lo arrojó a la tierra.
Taca luchaba con fuerza, pero ninguno gano en esta oportunidad, los tres pagaron con su vida. El viejo cacique falleció de tristeza al conocer la noticia y todos lloraron las muertes, hicieron una gran urna de barro en la que colocaron el cuerpo sin vida del cacique, como es la costumbre de los guaraní colocaron en ella sus prendas, provisiones de comida y bebida para que emprenda su viaje.
Cuando lo iban a enterrar una pareja de aves se posó sobre la urna y gritaron junta “¡chajá!, ¡chajá!”. Eran Taca y Ará-Naró, quienes, convertidos en aves por Tupá, regresaron a la tribu, para ser eternos guardianes y alertar a los suyos cada vez que amenazara un peligro.
Como podemos ver, la cultura de los guaraníes esta plenamente identificada con el comportamiento del ave y la reconocen en sus leyendas, en las que resaltan sus cualidades y sus virtudes. En la primera leyenda se realza el castigo de los dioses sobre las malas acciones de las personas y relacionan el castigo, con el sabor poco gustoso de la carne del Chaja, mientras que en la segunda leyenda, realzan su valentía y esa cualidad de guardián, que avisa sobre los peligros, así como la unión eterna del amor filial y de pareja.
Con base en los anteriormente expuesto, podemos entonces ser críticos y decidir sobre la etimología de la palabra Chaja, fueron los Guaraníes quienes le dieron el nombre al ave o fue el ave quien entregó a través de su canto, la palabra a los Guaraníes.
Reproducción
En referencia a la reproducción de El Chaja, resaltamos su cualidad de ser un ave monógama, elige su pareja y esta es para toda la vida. Tienen un cortejo que dura aproximadamente 3 semanas, en el cortejo tanto el macho como la hembra se acicalan, con sus picos se acomodan las plumas de la cabeza y el cuello.
Luego de elegir su pareja y entrar en el periodo de reproducción, si bien no hay una época específica para reproducirse, los estudios y observaciones señalan los meses de septiembre, octubre y noviembre como los más reproductivos.
Luego comienzan a construir su nido, las hembras son mucho más dedicadas que los machos en esta actividad, sin embargo, es un trabajo compartido. Suelen anidar en sitios apartados en las ciénagas herbosas, seleccionan zonas de vegetación espesa, a veces los construyen en tierra firme pero siempre cerca del agua y también lo pueden construir directamente sobre el agua, todo para proteger sus huevos de los depredadores.
Sus nidos son grandes plataformas, la cual construyen utilizando juncos y lo hacen muy confortables, llenos de plumas y lana. Luego de la copula las hembras pueden llegar a poner de 3 hasta 6 huevos grandes, estos son de color crema, estos huevo son empollados por ambos padres.
Las hembras empollan generalmente durante el día, mientras que en la noche los empolla el macho, este periodo dura 45 días, luego de cumplido el periodo de incubación, los pichones nacen y están cubiertos con un plumón de color marrón amarillento dorado y sus patas al igual que sus padres son de color rosado.
Los pichones mantienen el plumón hasta el mes de nacido cuando comienzan a mostrar cambio en el color, pero es a partir de los 5 meses que comienzan a desarrollar las plumas que serán de las definitivas y estas se observan en lugares específicos del cuerpo.
Los pichones son catalogados como nidífugos, es decir que son capaces de seguir a sus padres a muy poco de haber nacido y alimentarse de manera independiente, sin embargo, al año de haber nacido es que en realidad se independizan de sus padres.
En lo personal he disfrutado muchísimo escribiendo para ustedes sobre el Chajal un ave de la cual tenemos mucho para aprender, es un ave que nos enseña que las apariencias físicas no determinan las capacidades, ya que el Chaja es un ave robusta pero vuela como un águila. Nos enseña que no importa si el tono de la voz no es agradable, mientras sirva para avisar de un peligro y salvar alguna vida.
Nos enseña que debemos cuidar de los más pequeños, así no sean nuestros, nos da el claro ejemplo del amor y de la fidelidad y nos recuerda que es posible compartir con muchos, pero siempre respetando a nuestra pareja, porque nacimos para vivir en compañía y cuidar y amar de alguien que también nos ame y nos cuide a nosotros.
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